El régimen sanciona a cadena perpetua a dos feminicidas cubanos ¿Estrategia populista?

El régimen cubano arremete contra los feminicidios de la única forma que sabe: punitivismo extremo y condenas ejemplarizantes.

Tras más de 140 feminicidios desde la llegada al poder de Miguel Díaz-Canel sin una respuesta de las autoridades, y cuando las críticas de los colectivos feministas se volvían más duras, el gobernante decidió pronunciarse, declarar “tolerancia cero” a la violencia de género, y afloró el punitivismo, pues los tribunales de la Isla decidieron condenar a cadena perpetua a dos agresores.

Cuba sigue sin funcionar como un Estado de Derecho, y las autoridades continúan respondiendo a los fenómenos que erosionan su gestión política con medidas extremas y aleccionadoras, lejos de lo que recomiendan los sistemas jurídicos más avanzados, que, si bien todavía no renuncian a las condenas de prisión, las acompañan de componentes educativos y constructivos.

El régimen cubano prefiere mostrar su mano dura con la intención de atemorizar a la población, no para defender a las mujeres, que exigen una Ley Integral Contra la Violencia de Género. Las medidas efectistas que toma el gobierno son para engañar a la opinión pública no para proteger.

Una Ley Integral contra la violencia de Género, que se exige desde 2019, incluiría componentes que van más allá de lo punitivo.

En ese sentido, la plataforma feminista Yo Sí Te Creo en Cuba y el Observatorio de Género de Alas Tensas emitieron una declaración conjunta rechazando el “punitivismo populista” de las sanciones anunciadas por el Gobierno y reiteraron la importancia de tipificar el delito de feminicidio y la necesidad de implementar protocolos integrales de prevención y atención a las personas afectadas por la violencia de género.

Otras demandas realizadas por las plataformas independientes, más edificantes que penas extremas de prisión, son la creación de refugios y sistemas de rescate para mujeres y sus hijes en peligro, la legalización del activismo, el fomento de una perspectiva de justicia y reparación, la atención especializada y temprana a agresores y el enfoque de género y feminista en la educación pública.

“Quisiéramos saber si de ambas sentencias se derivó una compensación económica para les niñes que sobrevivieron a sus madres, si las familias afectadas han accedido a apoyo psicoemocional integral, solo por citar dos ejemplos. Quisiéramos saber si alguna de las víctimas pidió ayuda por las agresiones que suelen anteceder los femi(ni)cidios y si la recibió”, afirmaron las plataformas en la declaración conjunta.

“Una dura condena puede aliviar el dolor de la familia por la pérdida inmediata pero no la va a reparar en lo que esa ausencia significará a largo plazo, por ejemplo, para abuelos y abuelas que, muchas veces sin fuerzas ni recursos económicos, crían a niñas y niños sobrevivientes del feminicidio de sus madres”, agregaron.

Frente a los feminicidios, condenas ejemplarizantes, en vez de política públicas

Tras décadas en las que no se hablaba de feminicidios desde el oficialismo, donde incluso la presidenta del Centro Nacional de Educación Sexual negó la existencia de ello a un medio de prensa argentino, de repente Miguel Díaz-Canel reconoce la problemática de la violencia de género en un acto público y la prensa estatal comienza a divulgar el resultado de los juicios contra agresores.

En este caso se trató de los ciudadanos Yadier Delvá Simón y Alexander Nápoles Téllez, condenados por los tribunales provinciales populares de La Habana y Ciego de Ávila, en las causas 366 y 77 de 2022, respectivamente, según informó el portal estatal Cubadebate.

Ambos ciudadanos fueron sentenciados a cadena perpetua por el delito de asesinato con armas blancas e instrumentos contundentes, con base en el Artículo 345.2 del nuevo Código Penal, que establece para ese delito sanciones de 20 a 30 años, privación perpetua de libertad o muerte.

De acuerdo con el reporte de la prensa estatal, Delvá Simón asesinó a su exesposa y madre de su único hijo, razón por la cual el tribunal también lo privó de los derechos paterno-filiales y de tutela sobre el hijo que tenía en común con la víctima. En tanto, Nápoles Téllez asesinó a su expareja, una vez que decidió terminar su relación con él.

Ni el comunicado emitido por el Tribunal Supremo Popular de Cuba ni las notas publicadas en la prensa oficial revelaron la identidad de las víctimas.

El régimen reacciona ante la presión de grupos feministas

La respuesta gubernamental a los feminicidios parece responder a la presión que estaba recibiendo por parte de la sociedad cubana en general y de las activistas feministas en particular debido a su inacción ante estos sucesos.

También la labor de plataformas independientes como Yo Sí Te Creo en Cuba, el Observatorio de Género de Alas Tensas, la Red Femenina de Cuba y la Alianza Cubana por la inclusión, entre otros, ha obligado a las autoridades cubanas a reaccionar ante el fenómeno de los feminicidios, pues solamente en lo que va de 2023 han logrado verificar 27 de estos crímenes.

Los colectivos de OGAT y Yo sí te creo, han confirmado más de 140 asesinatos por razones de género en Cuba desde el año 2019 hasta la fecha.