Lista │ 7 series de 2025: mujeres, identidad y violencia

Estas series permiten trazar un mapa crítico de los discursos audiovisuales sobre violencia, identidad, historia y agencia de las mujeres.

El año 2025 ha traído consigo una diversa gama de series televisivas que, aunque provenientes de distintos contextos culturales, ponen en tensión discursos sobre violencia, identidad, historia, comunidad y agencia de las mujeres.

Estas siete series de 2025 que presentamos evidencian que el audiovisual contemporáneo se encuentra en un momento de disputa simbólica: entre la reproducción de viejos marcos narrativos y la emergencia de relatos que desobedecen el orden patriarcal, racial y colonial del mirar. No todas lo hacen con la misma profundidad ni radicalidad, pero juntas permiten trazar un mapa crítico sobre qué cuerpos importan, qué violencias se narran y desde dónde se construye hoy la ficción global.

El desafío para el público crítico y las teorías feministas contemporáneas será evaluar no solo qué historias se cuentan, sino desde qué lugar se narran y con qué implicaciones estructurales.

1. Adolescence

Plataforma: Netflix
País: Reino Unido / Estados Unidos
Género: Drama criminal
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La miniserie Adolescence se centra en la acusación de asesinato contra un adolescente de 13 años y la investigación del caso a lo largo de cuatro capítulos en tiempo real. Presenta una narrativa intensa que ha sido valorada por su formato técnico y su cruda representación de los hechos.

Esta serie problematiza la construcción social de la masculinidad tóxica y las normas de socialización emocional que afectan a jóvenes varones. La crítica académica ha señalado que Adolescence ofrece un espacio de reflexión sobre cómo las expectativas patriarcales reprimen expresiones emocionales que no son meramente instrumentales o dominantes, lo cual empuja a muchos jóvenes varones hacia actitudes agresivas ante el conflicto y la vulnerabilidad.

Sin embargo, hay una tensión en su representación de la víctima femenina. Algunas colectivas feministas critican que la narrativa podría estar reproduciendo lógicas que minimizan la violencia sexual —como cuando ciertas lecturas sugieren que la víctima se convierte en recurso narrativo para el desarrollo del protagonista masculino— problema frecuente cuando el relato no logra escapar a los esquemas de la victimización instrumentalizada.

Aunque la serie no articula directamente categorías raciales, su enfoque sobre la juventud e instituciones (familia, escuela, justicia) abre interrogantes sobre cómo experiencias de clase y raza median la justicia juvenil y la visibilidad de las víctimas y perpetradores, especialmente en contextos occidentales donde estos factores no son neutrales.

2. Pubertat

Plataforma: HBO Max
País: España / producción catalana
Género: Drama social
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Pubertat se sumerge en una narrativa juvenil en el seno de una colla castellera, explorando una denuncia de agresión sexual entre adolescentes.

La serie, dirigida y protagonizada por Leticia Dolera, se sitúa de manera explícita en los debates contemporáneos sobre consentimiento sexual, responsabilidades comunitarias y silencios familiares frente a la violencia sexual. En ese sentido, Pubertat se alinea con una tendencia en el audiovisual contemporáneo por denunciar no solo la violencia, sino la complicidad social y cultural que la reproduce y oculta.

Su enfoque en contextos como los castells —símbolo cultural de orgullo y tradición— permite también poner en tensión estructuras de género tradicionales que, aun bajo narrativas comunitarias exaltadas, pueden invisibilizar problemáticas de poder, sexualidad y coerción entre los más jóvenes.

3. Miss Austen

Plataforma: Movistar Plus+
País: Reino Unido (producción británica)
Género: Drama de época
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Miss Austen se distancia de las historias juveniles al situarse en el pasado: explora el legado de Jane Austen a través de su hermana Cassandra y las prácticas de ocultación que condicionaron el archivo histórico de una de las escritoras más influyentes de la literatura inglesa.

Miss Austen propone una reflexividad sobre la construcción del canon literario y la memoria histórica. Aquí la serie no solo dramatiza hechos del pasado, sino que evidencia que las narrativas históricas están mediadas por silencios que han sido cuidadosamente producidos, muchas veces para mantener ciertos privilegios de clase y género.

La elección de centrar la historia en Cassandra —menos conocida que su hermana— y en sus prácticas de ocultación subraya cuán frágil es la escritura de las mujeres en las fuentes dominantes; y cómo esta fragilidad ha sido reproducida por estructuras epistémicas patriarcales que invisibilizan la agencia de mujeres en los relatos culturales.

4. Al norte del norte

Plataforma: Netflix
País: Canadá / Nunavut
Género: Comedia dramática
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Esta serie canadiense representa un avance significativo en la visibilidad de las culturas indígenas del Ártico en una plataforma global. Creada mayoritariamente por cineastas inuit y ambientada en Nunavut, sigue a Siaja, una mujer que busca reconstruir su vida tras una separación.

La importancia de esta serie radica en su producción desde dentro de la comunidad inuit, otorgando a los sujetos representados agencia en la construcción narrativa. Esto se alinea con prácticas decoloniales en el audiovisual que desplazan las historias desde los márgenes hacia el centro, cuestionando las visiones exóticas o folklóricas desde la mirada colonial.

Además, la serie explora con humor y ternura las tensiones entre tradición y modernidad, así como el machismo postcolonial, el impacto del colonialismo en las relaciones familiares y el comportamiento de las mujeres frente a estructuras sociales comunitarias.

5. El cártel de las amas de casa

Plataforma: Netflix
País: India
Género: Drama criminal
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El cártel de las amas de casa narra cómo cinco mujeres se enfrentan a una farmacéutica y terminan involucradas en redes criminales a través de un negocio clandestino. La trama subvierte la fantasía tradicional que asocia a las amas de casa con esferas domésticas únicamente reproductivas, colocando a sus protagonistas en una esfera de agencia económica y confrontación contra estructuras corporativas y estatales.

Sin embargo, esta narrativa no está exenta de tensiones: la criminalización de las protagonistas puede leerse tanto como una crítica a sistemas que expulsan a mujeres del mercado formal de trabajo como una reproducción de fantasías del crimen, en las que este comportamiento de las mujeres se liga a la transgresión violenta. El desafío para el análisis es entender si esa agencia es auténtica o solo una narración sensacionalista disfrazada de empoderamiento.

6. Cometierra

Plataforma: Amazon Prime Video
País: Argentina
Género: Drama / realismo mágico feminista
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Basada en la novela homónima de Dolores Reyes, Cometierra es una de las apuestas más relevantes del audiovisual latinoamericano reciente. La serie retoma la historia de una adolescente con la capacidad de “ver” el paradero de personas desaparecidas al ingerir tierra del lugar donde estuvieron por última vez, un recurso simbólico profundamente arraigado en los feminismos latinoamericanos contemporáneos.

Cometierra coloca en el centro la violencia feminicida y la indiferencia estructural del Estado, denunciando la naturalización de la desaparición de mujeres jóvenes, pobres y racializadas. El cuerpo de la protagonista se convierte en archivo, en territorio de memoria y dolor, dialogando con los planteamientos de Rita Segato sobre el cuerpo de las mujeres como campo de inscripción de la violencia patriarcal.

La serie se distancia de los lenguajes policiales clásicos y recupera saberes no hegemónicos, comunitarios y femeninos, asociados históricamente a lo indígena, lo popular y lo deslegitimado por la racionalidad moderna occidental. Cometierra no busca justicia institucional: expone su ausencia.

7. Dying for Sex

Plataforma: FX / Hulu
País: Estados Unidos
Género: Drama
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Dying for Sex dialoga con los feminismos contemporáneos al abordar el cuerpo enfermo, el deseo de las mujeres y la autonomía sexual fuera de los mandatos reproductivos y de cuidado. La serie sigue a una mujer diagnosticada con cáncer terminal que decide explorar su sexualidad por primera vez en sus propios términos.

La propuesta cuestiona la desexualización de las mujeres enfermas y la narrativa sacrificial asociada al cuerpo femenino. Si bien su enfoque racial es limitado y se inscribe dentro de una lógica blanca y de clase media, resulta pertinente para pensar cómo el patriarcado regula el deseo femenino incluso en contextos de enfermedad y muerte, y cómo la autonomía corporal sigue siendo un campo de disputa.

Plus | The White Lotus

Plataforma: HBO Max
País: Estados Unidos
Género: Drama satírico
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Aunque The White Lotus no es un estreno de 2025, la emisión de su tercera temporada este año reactivó debates centrales sobre privilegio, clase, racialización y poder, lo que justifica plenamente su inclusión y recomendación. La serie, creada por Mike White, se desarrolla en resorts de lujo donde el descanso de las élites occidentales se sostiene sobre el trabajo precarizado de personas racializadas y locales, convirtiendo el turismo en una práctica claramente neocolonial.

The White Lotus desmonta la idea de que el privilegio protege a las mujeres de la opresión, mostrando cómo incluso las mujeres blancas y acomodadas reproducen violencias simbólicas, dinámicas extractivas y jerarquías raciales, aun cuando también están atravesadas por mandatos patriarcales. La serie cuestiona así las narrativas de empoderamiento liberal desvinculadas de la justicia social.

La ficción expone cómo los cuerpos blancos circulan, consumen y demandan atención emocional, mientras los cuerpos racializados permanecen disponibles, invisibilizados o disciplinados. La tercera temporada amplía esta crítica al capitalismo global y a la mercantilización de la espiritualidad. Por todo ello, The White Lotus sigue siendo una serie imprescindible para pensar las desigualdades contemporáneas y se recomienda verla desde su primera temporada.