Anteproyecto del Código de las Familias en Cuba ya es oficial y comienza la fase de consultas

El régimen cubano aprobó este 6 de septiembre la versión 22 del anteproyecto de ley para un nuevo Código de las Familias, antes de «iniciar una fase de las denominadas consultas especializadas», según comunicó al diario estatal Granma el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez. El documento, autorizado en reunión de Miguel Díaz-Canel con la comisión redactora, será en los próximos meses reelaborado y presentado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), además de ser sometido a referéndum, siendo la única ley que Cuba llevará al escrutinio del pueblo en el actual cronograma legislativo.

Aunque no se ha dado a conocer el documento, las expectativas se ciernen sobre la inclusión o no del matrimonio igualitario que desde hace años exige la comunidad LGBTI y que rechazan por otro lado sectores conservadores de la isla, como algunos grupos religiosos y demás. Al respecto, cabe señalar que la redacción del anteproyecto en su versión 22 corrió a cargo de una comisión de 30 funcionarios del estado, ninguno de los cuales pertenece a la comunidad LGBTI.

En cambio, presente en la reunión con Díaz-Canel se encontraba este lunes la reverenda Ofelia Miriam Ortega Suárez, presidenta del Consejo Mundial de Iglesias para América Latina y el Caribe y diputada a la ANPP, quien manifestó a Granma que «habrá que hacer hincapié en los valores éticos y espirituales que contiene el proyecto de Código, el cual va más allá de toda la cuestión judicial porque es ‘una cuestión de vida'».

Sin embargo, por declaraciones anteriores de Silvera Martínez, todo parece indicar que de algún modo el nuevo Código dará protección legal a «distintas formas de familias que ya existen en Cuba, pero que no están contempladas en el anterior que se aprobó el 14 de febrero de 1975».

La concepción de una nueva ley de familias en el país es un aspecto pendiente desde la aprobación en 2019 de la Constitución de Cuba, que recoge en sus artículos del 81 al 89 la necesidad de proteger mediante legislación a las familias, «como célula fundamental de la sociedad».

Según puntualizó el ministro, la fase de consultas especializadas incluye «las instituciones del sector jurídico, también con las estructuras de la Unión de Juristas, y a partir de ahí avanzará al resto de los procesos de consulta».

Lo que sigue sería una primera fase de presentación a la ANPP, cuyos parlamentarios se arrogan el derecho de reformar el texto antes de ser sometido a consulta popular. Luego de recabar las opiniones de la sociedad cubana —y el ministro no aclara si estas pueden incidir en lo redactado— el proyecto volvería a las mesas del Parlamento para una nueva aprobación y, de ser necesario, reelaboración, en vista al definitivo referéndum popular, que tendrá aparentemente, en este complejo mecanismo, la palabra final.

Como es de prever, el resultado de este largo proceso no está al doblar de la esquina, mucho menos con el país en crisis económica, la pandemia del coronavirus en sus peores momentos y los ánimos del pueblo todavía agitados tras las protestas del 11 de julio y la consiguiente represión por parte del régimen.

Además del matrimonio igualitario —sobre el que en ningún instante el ministro u otros juristas han asegurado su inclusión o no de forma explícita— se espera que el futuro Código actualice radicalmente al anterior, casi medio siglo después, con el tratamiento de la reproducción asistida; la intermediación familiar; la protección a los niños, adolescentes, adultos mayores y personas en vulnerabilidad «ante cualquier síntoma de violencia psicológica, física, económica, sexual» en el marco de la familia; la reformulación del régimen económico del matrimonio y otros.