Poesía cubana | Dos poemas de "Classic Subversive"

Dos poemas inéditos de la poeta cubana Miladis Hernández Acosta, pertenecientes a su próximo libro, "Classic Subversive", en proceso de edición.

Deslizamiento

Gente que uno nunca más vuelve a ver. Gente para salirme de un duelo o seguir los recodos de un paisaje acristalado. Me deslizo o vuelvo hacia el clamor o a la fuga. Estos difuntos no son de esta casa o somos nosotros esas rosas o esos imanes o somos nosotros los que soñamos con esa huida malsana. Medito o hago lo que no hago nunca. Un rescate que devore o delibere con esa canción. ¿Un grito o una exhumación? ¿Una imagen fugaz del renacimiento? Pero llega otra que me lleva hacia un crucero o hacia un pantano en el sur. Zángano que explota a las abejas. ¿Pareja o decoraciones? ¿Quemaduras en una hidroeléctrica? He aquí levantadas furnias o esas aclaraciones. Diversos montajes de un líder que pide que le chupen la lengua o que lo amortigüen. No soy quien te va a penetrar ni a dividir como dividen los ancianos. ¿Adobe o reposición? ¿Una alarma secreta? Sustancia de ese genocidio. Genoma —inhumano— de esa gente que uno nunca más vuelve a ver. Mies que se disuelve o polvo que agota como agotan los humildes o los ahorcados. Como me canso yo cuando me llamas para venirte o lamentarte. He aquí que huyo como esa gente que uno nunca más vuelve a ver o como un tirano al anochecer.

Curva peligrosa

Como la página que anticipa o tributa lo inevitable. Como una huella o un río innavegable o como yo en los flancos de altos promontorios. Tierra baldía dijeron primero que yo. Tierra o bosque de uvas negras trituradas por mis manos o por esos buitres que no se deben aparear. ¿Cuántas pérdidas o abuso sobrehumano? Soy ese nicho que se abre como una indócil estrella. Vengan sin esa menoscabada descomposición. Vamos por esa curva o esa alerta. Ritmo sedicioso que obstruye los adyacentes. Un tiempo para sellar la cisura en esa cabeza de ajo. Soy yo quien perfora o quema o da esa sal revitalizada. Unge o testimonia o sobresale de esa franja —innominada—. Vamos con esa hirsuta música de carretera empinada como ciervos hacia la cumbre de la intransigencia. ¿Cuál es mi inmunidad ante el peligro? ¿Cuál acicate de árboles caídos? Tierra baldía dijeron primero que yo. ¿Tierra o víctima preclara? Página que intimida o te refleja. ¿Cuál adelanto o canto o rabia o camino a transitar? ¿Qué es llegar o esperar? Carne con directrices. ¿Velocidad o empuje? Tierra baldía dijeron primero que yo. Te estoy dando el aliento o las dudas o esas imprecisas semejanzas. ¿Curva o lance? Tributo del que respira. Acelera su pulso de héroe y se preserva. Tierra baldía dijeron primero que yo. Tierra. Calzada. Avenida de ciclones. Terraplén. Vía libre o vía muerta de estas últimas persecuciones.

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Estos poemas de la escritora cubana Miladis Hernández Acosta pertenecen al libro “Classic Subversive”, que verá la luz próximamente por Ilíada Ediciones.

Acompaña su poesía un fragmento de la obra “Soy Cuba”, de Gertrudis Rivalta Oliva (Santa Clara, 1971), artista plástica que ha desarrollado su carrera principalmente en Cuba y España, aunque ha participado en muestras en los cinco continentes. Gertrudis Rivalta se mueve con destreza entre la pintura, el dibujo, la fotografía, el performance, la escultura y el video arte; y explora diversos aspectos de la identidad cubana y la construcción del imaginario nacional, como la racialidad, la vida rural, las representaciones estereotipadas de la mujer y el influjo de la cultura soviética durante la segunda mitad del siglo XX en Cuba.