Elena Llovet: “Diciembre es una bestia”, una mirada desde el exilio

La navidad se convierte en un amargo recordatorio de la distancia para quienes han tenido que emigrar.

Elena Llovett, escritora, dramaturga y periodista, nos describe en su texto “Diciembre es una bestia” el reflejo de la angustia permanente de cada migración. La Navidad es sinónimo de reuniones familiares y celebraciones, se convierte en una experiencia amarga para los migrantes que se encuentran lejos de sus hogares. Cuba es uno de los países más dañados en el sentido de la emigración. Tal como nos trasmite la autora, estas fechas acentúan el sentimiento de desarraigo y nostalgia. Los migrantes, alejados de sus raíces y tradiciones experimentan una profunda soledad.

Celebrar la vida lejos de casa es un acto de resiliencia

La escritora Elena Llovet nos advierte que “La generación de nuestros padres no imaginaban que los hogares que reparaban o construían desde cero serían abandonados por nosotros tan pronto. Para quienes emigramos hace relativamente poco, estas fechas son particularmente difíciles. El recuerdo de la familia y los amigos en la isla se encuentra especialmente vivido. Varias condiciones mentales empeoran con la llegada de la Navidad, y la tasa de suicidios en las ciudades se dispara en noches como el 24 y 31 de diciembre. A este fenómeno se le conoce como Depresión blanca o blues de navidad. El síndrome del miedo fantasma puede equipararse a los que nos ocurre a los emigrantes durante estas fechas. El recuerdo del hogar se activa en diciembre, y al igual que el miembro amputado, aunque no habitemos físicamente el espacio, la memoria genera espasmos: una canción, un dolor que nos transporta al barrio de la infancia”.

Elena Llovet nos trasmite ese sentimiento de soledad

La navidad se convierte en un amargo recordatorio de la distancia. Emigrar y celebrar la vida lejos de casa, también es un acto de resiliencia. “Pido que más tarde que nunca podamos atravesar la entrada de nuestros hogares en Cuba, y que las casas que nuestros padres repararon y construyeron desde cero sean otra vez casas y no sus últimas moradas. Que nos dé tiempo abrazar a los nuestros. Que mis amigas encuentren un sentido a todo el sacrificio que han hecho. Trabajar en lo que no les gusta, haber dejado atrás todo lo conocido. Que encontremos hogares de este lado del Atlántico o en cualquier otro sitio, distintos a los de nuestros padres y parecidos a nosotras. Sitios donde celebrar las navidades a la cubana, con insumos foráneos, con más baile y menos villancicos.