Apagón en Cuba: las mujeres y los ancianos, los más afectados por la crisis energética
Las mujeres, sobre quienes recae la mayor parte de los cuidados dentro de los hogares del país, son doblemente impactadas por esta crisis.
Desde el viernes 18 de octubre Cuba atraviesa una de sus peores crisis energéticas en años, provocada por el colapso total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), lo que desencadenó un apagón que afectó a toda la población del país y que, 72 horas después, aún no ha sido revertido.
A esto se suma el impacto del huracán Oscar, que azotó a las provincias orientales, provocando daños aún no cuantificados debido a la falta de información oficial y los cortes en el servicio de internet y telefonía fija, lo que ha agravado la ya oscura situación informativa en la Isla.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, confirmó que se han registrado hasta cuatro desconexiones del SEN desde el viernes. A pesar de que las autoridades aseguran trabajar ininterrumpidamente para restaurar el servicio, todas las soluciones han sido temporales y parciales.
Mientras tanto, las interrupciones continúan afectando a todo el país, lo que genera una enorme incertidumbre entre la población, que ve cómo se pierden los pocos alimentos que han logrado adquirir.
En respuesta a esta crisis, el Gobierno extendió hasta el miércoles 23 de octubre la suspensión de todas las actividades administrativas y educativas, anticipando que los problemas de generación y distribución eléctrica persistirán durante ese periodo.
Las mujeres, doblemente afectadas
El apagón prolongado está teniendo un impacto devastador en la vida cotidiana de los cubanos, aunque sus efectos han sido especialmente duros en los sectores más vulnerables, como mujeres, ancianos y niños.
En provincias como Holguín, madres de familias denunciaron ante el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) que la falta de electricidad provocó la pérdida de los alimentos almacenados en refrigeradores.
Ante la falta de fluido eléctrico, gas y hasta de carbón, muchas personas se han visto obligadas a cocinar con fogatas improvisadas, mientras la mayor parte de la población lleva más de cuatro días sin recibir suministro de agua, ya que la electricidad es necesaria para bombearla.
Las mujeres, sobre quienes recae la mayor parte de los cuidados dentro de los hogares del país, son doblemente impactadas por esta crisis, pues se les dificulta al máximo el sostenimiento de los menores de edad y ancianos necesitados de atención especial.
Además, quedan sumamente desprotegidas ante la violencia de género, pues el colapso de las comunicaciones, tanto por la falta de fluido eléctrico como de internet y telefonía fija, les impide denunciar situaciones de riesgo en un contexto donde también gran parte de las activistas independientes se encuentran incomunicadas.
En las últimas horas numerosos usuarios en redes sociales también han denunciado la inestabilidad del servicio eléctrico en varios hospitales del país, como es el caso del Salvador Allende, conocido como “La Covadonga”, donde según varios reportes podrían haber fallecido pacientes por esta razón.
Protestas populares en varias provincias
Como era de esperar, el colapso del sistema eléctrico provocó protestas populares en varias localidades de Cuba, donde los ciudadanos salieron a las calles a expresar su descontento con el Gobierno.
En barrios de la capital como San Miguel del Padrón y Centro Habana los cacerolazos fueron la forma de manifestar el descontento por la falta de respuestas de las autoridades, mientras las redes sociales, aunque limitadas debido a la desconexión de internet, han sido el principal medio para visibilizar la frustración de la ciudadanía.
Estas protestas son apenas el reflejo de una creciente ola de descontento popular que ha ido en aumento a medida que el apagón se ha prolongado. Además de las protestas en La Habana, también en provincias como Holguín, Santiago de Cuba y Cienfuegos se reportaron movilizaciones de ciudadanos exigiendo la restauración del servicio eléctrico.
El régimen, por su parte, respondió aumentando la presencia policial en las calles y convocado a guardias frente a las sedes de las instituciones del Partido Comunista de Cuba (PCC) y del Gobierno.
Díaz-Canel amenaza a los cubanos
Miguel Díaz-Canel, en un discurso televisado este domingo tras una reunión del Consejo de Defensa Nacional, amenazó directamente con represión a quienes participen en las protestas contra el Gobierno y la crítica situación económica del país.
El gobernante, vestido con uniforme militar, describió la crisis como una "situación excepcional" atribuida a la "guerra económica" de Estados Unidos y amenazó a la población afirmando que no toleraría "hechos vandálicos" ni "alteraciones del orden público".
Sus declaraciones generaron un clima de temor entre los cubanos, quienes han sido testigos de fuertes represiones en el pasado, como durante las manifestaciones del 11 julio de 2021, en las que a Díaz-Canel no le tembló el pulso para reprimir a la población dejando un saldo de más de 1.000 presos políticos.
La situación en Cuba ha empeorado notablemente debido a la crisis energética que lleva años gestándose y tiene su origen en la combinación de dos factores principales: la escasez de combustible y el deterioro de las centrales termoeléctricas, muchas de ellas de origen soviético y con décadas de antigüedad.
Estas plantas no han recibido las inversiones necesarias para su mantenimiento y modernización, lo que ha llevado al colapso del sistema eléctrico de la isla y a su vez ha reavivado las preguntas sobre el destino de los 1.200 millones de euros que Rusia prometió a Cuba en 2015 para la construcción de nuevas termoeléctricas.
Según las autoridades cubanas, no lograron acceder a ese crédito porque no pudieron reunir el 10% necesario como anticipo a pesar de que los trabajos preparatorios del proyecto se llevaron a cabo entre 2016 y 2019, un momento donde el Gobierno prefirió destinar sus recursos a la construcción de hoteles.
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