Mujeres y madres cubanas: una situación de emergencia
Las mujeres y madres que protestan por la situación en Cuba enfrentan “la posibilidad de ir a prisión”, y de sufrir “la pérdida de la custodia de sus hijos”.
El pasado 23 de octubre, mujeres y madres acompañadas de sus hijos bloquearon, con una fila de tanques vacíos, una carretera en el municipio guantanamero de Maisí.
Los videos de la manifestación, filmada por Yadiuska Domínguez, se compartieron en sus redes sociales. Estos videos ofrecen un dramático testimonio de la condición precaria que atraviesa no sólo la comunidad de la Favela, en Guantánamo, sino gran parte del territorio nacional.
El material compartido por Domínguez evidencia además la represión, de parte del Departamento de la Seguridad del Estado (SE) y de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), a la manifestación pacífica de reclamo al gobierno gestada desde la sociedad civil.
Víctimas de la desesperación
En los videos de Domínguez se escucha repetidas veces el reclamo de “que nos traigan agua y comida, que nos estamos muriendo de hambre”. Pero no parece que el Consejo de Estado escuche estas peticiones. En otro video el día 24, Domínguez denunció: “Estamos cansadas de llamar al Gobierno y no nos dan solución”.
Durante la protesta, un motorista pretendía pasar a través del bloqueo improvisado por las madres en la carretera. Pero en el video se les escucha decir a una de ellas: “No se quiten, no se quiten. Que paren los motores, porque si no paramos el tránsito, no nos hacen caso(…). Aquí se para todo el mundo”.
Una de las manifestantes se arrodilló diciendo que no aguantaba más porque no tenía comida para sus cinco hijos. Posteriormente se ve desmayada y cómo la asisten otras mujeres presentes en la protesta.
Razones sobran
El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC), contabilizó 364 protestas públicas el pasado mes de agosto y 465 durante el mes de septiembre. Aunque estas protestas han tenido lugar en todo el país, es La Habana la que cuenta con el número más alto de acciones de reclamo, seguida por Holguín y Camagüey.
Estos meses de manifestaciones en las calles han estado marcados por la falta de efectivo en bancos y cajeros automáticos, donde cientos de personas se vieron imposibilitadas de cobrar sus salarios y pensiones. Además, sobrevino la bancarización, que de acuerdo a otra de las ideas fallidas del régimen, provocó que se desbocaran aún más los precios de los alimentos y artículos de primera necesidad, y favoreció la subida del valor de las divisas extranjeras en el mercado informal.
La crisis de los servicios públicos y sanitarios, entre los que destacan la alimentación, la salud, el transporte, los problemas de vivienda y la carencia de agua y electricidad en el sector residencial, son también razones en la ola de protestas, según análisis de OCC.
Sin solución a la vista
En su último video, Domínguez explica el por qué se habían manifestado ella y otras madres de su comunidad: “estamos en el cafetal metidas todos los días para poder comprar una lata de yuca, para poder comprarle algo a los hijos, porque se nos van a morir de hambre”.
El VI Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba, presentado en Miami por el Observatorio cubano de Derechos Humanos (OCDH), apunta que en 2023 un 88 % de la población cubana hoy vive en la pobreza extrema, que es, además, un 13 % más que en el año 2022.
“No hay azúcar, no hay arroz, no hay nada, aquí lo único que venden es en las Mipymes, y nosotros no tenemos dinero para comprar en las Mipymes porque los precios son muy caros”, se queja Domínguez.
Según palabras del presidente Miguel Díaz-Canel, en reciente entrevista concedida a la periodista Arleen Rodríguez, las Mipymes no son “enemigas de pueblo”, sino que “fueron la opción de empleo para un grupo de personas ante el recrudecimiento del bloqueo y las medidas coercitivas”.
Mientras tanto, la realidad de la Favela es la realidad de la mayor parte de Cuba: “Los niños no tienen derecho a una muda de ropa buena (…), a una salud (…). Van al hospital y no hay una jeringuilla (…) no hay una aguja, no hay un medicamento”. Y por esta razón, según Domínguez, ninguna de estas madres mandará a sus hijos a la escuela.
Un escenario represivo
En los videos del día 23 publicados por Domínguez se ve a oficiales de la PNR, y a otros agentes vestidos de civil abordar la protesta y quitar los tanques de agua. Uno de ellos mojó a una menor con el líquido que restaba en alguno de los envases que bloqueaban el paso de vehículos.
Domínguez explica que acudió al lugar el jefe de la policía e “incitó a que le diéramos (golpes) para él darnos (golpes)”. Y agrega: “Actuó mal con los niños, con las madres que estábamos allí, con las personas que estábamos allí”.
Todo indica que lo que incita a las mujeres a tomar las redes y las calles en Cuba es la indefensión, la vulnerabilidad y la imposibilidad de gestionarse su propio sustento y el de sus hijos. “Esto es un abuso social, una falta de respecto a la sociedad”, reclamó Domínguez.
Ya no me voy a aguantar
El panorama para las mujeres y madres en Cuba se advierte asfixiante, no sólo por la situación precaria, sino por la represión y la violencia política por parte de la SE, la PNR, instituciones, servidores públicos y medios de comunicación —por sólo mencionar algunos—, que pertenecen y operan en función de un sistema de naturaleza machista. Y esta es sólo una cara de la moneda que se integra a un contexto represivo que debe verse a gran escala, uno que afecta a toda la ciudadanía, femenina o no, disidente o no.
Al respecto, Domínguez señala: “el policía que venga a mi casa, que vaya a ver las medidas que toma, porque si viene con lo mismo que vino René, el jefe de policía del municipio, ya yo no me voy a aguantar”.
La madre guantanamera compara los tiempos actuales con “los tiempos de Batista”, el dictador derrocado por el régimen actual. Este derrocamiento suponía el cese de la injusticia social y la violencia policial después de 1959. Y agrega: “ahora nosotros estamos tirándonos en la calle, exigiendo nuestros derechos, y los policías nos maltratan, nos caen a golpes, nos humillan y nos pisotean”.
Mujeres y madres bajo amenaza
A raíz de la protesta en La Favela, y los videos compartidos por Domínguez en redes sociales, Cubalex informa en su cuenta en Facebook que “al menos cinco manifestantes fueron citados e interrogados en la estación policial de la localidad La Máquina”.
Entre los citados se encuentra Yadiuska Domínguez, a quien amenazó un coronel de la Seguridad del Estado “con graves consecuencias si se atrevía a volver a protestar o a compartir información sobre la manifestación”.
Según Cubalex, Domínguez enfrenta “la posibilidad de ir a prisión”, y de sufrir “la pérdida de la custodia de sus hijos”. Estas son las amenazas más comunes, por parte de la Seguridad del Estado, a mujeres y madres que tienen hijos menores de edad y que denuncian o disienten en Cuba.
Un informe del 11 de octubre de Prisoners Defenders, señala que en Cuba hay 1052 prisioneros políticos, y de ellos 117 son mujeres. Pero a pesar de esta realidad paralizante, las mujeres y madres cubanas asumen un rol cada vez más protagónico en la denuncia, el activismo, las manifestaciones y el reclamo de sus derechos.
En su último video Domínguez sentencia: “Esto no aguanta más (…). Ustedes son una banda de corruptos”.
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