La poesía de Dulce María Loynaz sobresale por la hondura de una sensibilidad que logra armonizar, sin apagarlos, el dolor y la paz, la fragilidad y la rebeldía.
Con el espíritu rebelde e innovador de sus relatos, Julia Armfield fuerza siempre al lector a cuestionarse sus estereotipos y costumbres más arraigados.
“Sólo donde existen grandes masas superfluas, o donde estas pueden ser sacrificadas sin resultados desastrosos, es posible una dominación totalitaria.”
“Es necesario volver sobre la obra de Raimundo Cabrera, intelectual cubano a quien Martí reconoció por su humanismo, su sentido del respeto y su eticidad.”
Con maestría y sensibilidad, Dulce María Loynaz invita en esta historia a reflexionar sobre un dilema terrible y actual: cómo afrontar la injusticia sin ceder al odio.
Más conocida como narradora, Silvina Ocampo logró también en su poesía la hondura y la originalidad que distinguen su obra de ficción.
“Enemiga de convencionalismos, María Isabel Díaz es una de las actrices más intensas de la historia de las artes escénicas en Cuba.”
Las memorias de Nadeszda Mandelstam son un recordatorio de cuán necesarias son la solidaridad y la fortaleza moral ante el aparato deshumanizador totalitario.
Considerada una maestra de la literatura moderna, Anna Kavan dejó una extensa obra donde ficción y reflexión se funden para ofrecer una singular visión del mundo.
A través de una antigua mansión familiar abandonada, Dulce María Loynaz muestra en este poema la desintegración de un estilo de vida y la pérdida fatal de su memoria.