
Con su serie “Sueños”, Grete Stern elevó el montaje fotográfico a la condición de arte y cuestionó el rol subordinado impuesto a la mujer en la sociedad.

La pintura de Kay Sage es expresión de un drama interno y un confinamiento psicológico totalmente únicos en la historia del surrealismo.

Yayoi Kusama, artista japonesa: “Hago mis obras para sobrevivir al dolor, al deseo de muerte”.

Este colectivo justifica sus acciones como una forma de “interrumpir la normalidad” para visibilizar la crisis climática y otras problemáticas como los procesos de colonización.

Aida Bueno Sarduy y las fundadoras del laboratorio de creación "Empoderadas" destacan la urgencia de contar historias propias y deconstruir los estereotipos racistas dentro del cine.

Entre guerras, exilios y desafíos, el arte místico de Leonora Carrington transformó el surrealismo y dejó un legado que sigue inspirando al mundo.

Las esculturas Schmalz no son solo un homenaje a los inmigrantes, sino también un llamado a reflexionar sobre la dignidad humana y la solidaridad.

La revolución silenciosa de Georgia O’Keeffe consistió en transformar lo ordinario en una experiencia contemplativa.

“En la sociedad coreana actual, la comunidad LGBTQ sigue siendo marginada y descuidada”, afirma el director de “El Juego del Calamar”.

“En estas narrativas musicales hay una postura post-revolucionaria y distópica que mitiga la centralidad de la nación.”