(Ciego de Ávila, Cuba, 1966). Escritora, filóloga y periodista. Tiene publicados, entre otros, los títulos: Libro de lo inasible (1996), Oscura cicatriz (1999), Los ojos de Dios me están soñando (2001), Desprendimientos del alba (2001), Los inciertos umbrales (Premio “Sed de Belleza”, 2004), Consagración de las trampas (Premio “Eliseo Diego”, 2004), Trazado con ceniza (Antología personal. Ed. Unión, 2007), El tigre en las entrañas (Crítica, 2009), Escribir la noche (2011), Trama tenaz (2011) y Profanación de una intimidad (Ensayo, 2012). Realizó Catedral sumergida, antología de poesía cubana escrita por mujeres (Ed. Letras Cubanas, 2014). Fundó y editó las revistas independientes Imago y Árbol Invertido. Actualmente es la Directora fundadora de Alas Tensas, Revista Feminista Cubana. Reside en Madrid.
Magali Alabau ha construido a lo largo de su creación poética unos mundos dramáticos que alcanzan en "Volver" su máxima expresión.
Dulce María Loynaz sintetiza en sus versos su imagen de familia, surgida, por supuesto, de la propia experiencia.
La poeta peruana, Premio Vasconcelos 2010, publicó en Madrid la selección de sonetos "De pétalos y fuego" (Ediciones Deslinde, 2021)
“El vigía escucha murmullos y gritos” pertenece al libro "Trama tenaz", (Ed. Bayamo, 2011), de Ileana Álvarez, que fue Premio “Fidelia” de Poesía 2010.
"La huella que deja la creación literaria de Dulce María Loynaz entre las nuevas generaciones sobrepasa los límites de la tradición cubana, crece, y se imprime de manera notable en el panorama hispanoamericano, como uno de los misterios más auténticos que han aportado las letras de la isla."
Este poema de la poeta Ileana Álvarez está inspirado en el cuadro "Mujer sentada", del pintor cubano Víctor Manuel .
Virgilio Piñera lleva a sus poemas la cotidianidad. Su obra dignifica la existencia en todas sus circunstancias y revela un escenario cuestionador.
La poesía de Dulce María Loynaz trasciende las modas estéticas para expresar lo esencial y duradero en la experiencia humana y femenina.
"Impedir que me traguen los márgenes sin huesos / de la inercia y el pánico. / El matorral del dogma. / Lamer/ lamer/ lamer, / imperceptiblemente, ahogándome la rabia"...
"...Veía acercarse mi cuerpo roto / y avergonzado por la fuga. / Respiré hondo.Como a un hijo pródigo, sabría perdonarlo....".