Nonardo Perea
(La Habana, 1973). Narrador, artista visual y youtuber. Cursó el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso del Ministerio de Cultura de Cuba. Entre sus premios literarios se destacan el “Camello Rojo” (2002), “Ada Elba Pérez” (2004), “XXV Encuentro Debate Nacional de Talleres Literarios” (2003- 2004), y “El Heraldo Negro” (2008), todos en el género de cuento. Su novela Donde el diablo puso la mano (Ed. Montecallado, 2013), obtuvo el premio «Félix Pita Rodríguez» ese mismo año. En el 2017 se alzó con el Premio “Franz Kafka” de novelas de gaveta, por Los amores ejemplares (Ed. Fra, Praga, 2018). Tiene publicado, además, el libro de cuentos Vivir sin Dios (Ed. Extramuros, La Habana, 2009).
Adicciones
Chanel no solo desafió las normas de vestimenta impuestas, sino que buscó ofrecer a las mujeres “comodidad y libertad de movimiento”.
Narrativa cubana│Las puertas de Shardonk
Yo quería ir, ir a verme mi pie izquierdo y les gritaba como un demente a todas horas. “¡yo quiero ir a Shardonk!”
Mi rutina simulada
"Cuidarme el cutis con crema facial, tomar café, tirarme el Tarot, prenderle una vela a mis muertos, editar, pensar, estar melancólico, estar solo".
Narrativa cubana│Cazador
"Los besos sin amor me dan asco como la noche, pero yo amo al hombre negro, y nada es más triste que el silencio".
Retrato a mano alzada de mi padre
“Mi padre estaba muerto, yo mismo lo presencié en su último día, tirado boca arriba en la cama, casi sin conciencia, balbuceando frases incoherentes".
Aprendí
"Aprendí a luchar por mí, por ti, por todes. Aprendí a despertar. Aprendí que nada puede hacerte débil".
Cuento | Fade out
"—El séptimo arte es complicado— piensa mientras una muchachita le cambia el culero desechable".
Mi anécdota sobre Carlos Massola
Spoiler: la anécdota que tengo sobre el actor cubano Carlos Massola no se trata de un buen recuerdo, al menos no para mí.
Volver a Cuba, con Daymé Arocena
Nonardo Perea comparte sus sensaciones alrededor del más reciente concierto de Daymé Arocena en Madrid.
Tres cosas que no me gustan de Madrid
Al cumplir 5 años en Madrid, Nonardo comparte algunos de los desafíos que ha tenido que vivir en su exilio.
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