El cáncer de mama no discrimina: “el rosa es más que un color”
“Las comunidades marginadas, mujeres de bajos ingresos, etnias o estratos sociales poco privilegiados, enfrentan un acceso limitado a la atención médica y una falta de educación sobre la enfermedad o el proceder psicosocial que amerita.”
El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres mayores de 25 años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han llegado a contabilizar un promedio de 14 muertes diarias producto de esta enfermedad, y cada año, sólo en América, más de 462 mil mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, y de ellas mueren casi 100.
El cáncer de mama no discrimina, y las comunidades marginadas, las mujeres de bajos ingresos, etnias o estratos sociales poco privilegiados, a menudo enfrentan un acceso limitado a la atención médica y una falta de educación sobre la enfermedad o el proceder psicosocial que ameritan. Es esencial abordar estas disparidades y mejorar las oportunidades de diagnóstico y tratamiento en estas áreas.
Disparidades en el acceso a la atención médica para el cáncer de mama
El acceso a la atención médica es un factor crítico en la detección temprana y el tratamiento exitoso del cáncer de mama. Sin embargo, persisten notables disparidades en este acceso. A pesar de los avances en la concienciación y la educación sobre la importancia de la detección temprana, las mujeres aún se enfrentan a barreras significativas. Según la OMS, las mujeres a menudo acceden tarde a los servicios de salud para el cáncer de mama, lo que resulta en diagnósticos en etapas más avanzadas y pronósticos menos favorables.
Una de las razones por las que las mujeres acuden tarde a los servicios de salud podría ser la falta de síntomas visibles, la no realización del autoexamen, incluso el miedo, pero hay otras razones que es imprescindible señalar.
Las mujeres suelen ser las principales cuidadoras de sus familias, lo que puede retardar la búsqueda de atención médica para sí mismas o su puesta en prioridad. También está el hecho de que a menudo ganan menos que los hombres, lo que puede dificultar el acceso a la atención médica, especialmente en lugares donde los servicios de salud tienen un costo. Y esto se agrava en comunidades marginadas, donde las mujeres se enfrentan a una mayor falta de recursos económicos, sociales y de infraestructura que puede hacer que el costo del tratamiento y el transporte a centros médicos sean prohibitivos para muchas de ellas.
De igual modo ocurre con las mujeres indígenas o de las comunidades originarias y las mujeres negras, que enfrentan obstáculos significativos en comparación con las mujeres occidentales. Varios países de América Latina y el Caribe tienen algunas de las tasas más altas de riesgo de muerte por cáncer de mama, lo que destaca las inequidades en salud en la Región. Desventajas económicas, de distancia, inaccesibilidad a información o a programas de comunicación, profilaxis y tratamiento. Incluso desventajas lingüísticas y culturales que pueden dificultar la comunicación con los profesionales de salud, y afectar la calidad de la atención. La falta de información y programas de concienciación culturalmente sensibles puede obstaculizar el acceso a la salud de estas mujeres.
En este sentido, es fundamental la implementación de políticas y programas de salud que sean inclusivos y sensibles al género, estrato social y la diversidad étnica. La educación y la concienciación son herramientas claves para superar las barreras de accesibilidad e información. Las mujeres, independientemente de su género, estrato social o etnia, deben tener la oportunidad de detectar y tratar el cáncer de mama en sus primeras etapas. Es el único modo de mejorar sus perspectivas de supervivencia y calidad de vida.
Repercusiones socioeconómicas del cáncer de mama
El cáncer de mama es una enfermedad devastadora que no sólo afecta la salud física y emocional de las mujeres. También puede tener un profundo impacto en su bienestar económico y calidad de vida. La enfermedad puede afectar la situación financiera de las mujeres, incluyendo su empleo y la carga económica del tratamiento.
Las largas bajas por enfermedad, las citas médicas y los efectos secundarios del tratamiento pueden hacer que sea difícil mantener un empleo a tiempo completo o incluso a tiempo parcial. Muchas mujeres se enfrentan a la difícil decisión de reducir su jornada laboral o dejar su trabajo por completo, lo que puede llevar a la pérdida de ingresos y beneficios laborales esenciales.
El costo del tratamiento del cáncer de mama puede ser altísimo. Incluye gastos médicos, medicamentos, cirugía, radioterapia y quimioterapia, además de costos indirectos como transporte a citas médicas y cuidado de los hijos o familiares. Las mujeres pueden verse obligadas a utilizar sus ahorros, contraer deudas o agotar sus prestaciones laborales durante el tratamiento. Si a esto se le suma que muchas se ven obligadas a reducir jornada o dejar del todo sus trabajos, el proceso se vuelve, con la connotación física y emocional que tiene, mucho más devastador.
Para aliviar las repercusiones socioeconómicas del cáncer de mama se requieren políticas y estrategias específicas que garanticen cierto alivio a la mujer que lo padece. Algunas de ellas podrían ser:
- Licencia por Enfermedad Remunerada: La implementación de leyes que garanticen licencia por enfermedad remunerada para los pacientes de cáncer de mama, lo que les permitiría tomar tiempo libre para el tratamiento sin perder ingresos esenciales.
- Protección Laboral: Políticas que protejan a las mujeres de la discriminación en el trabajo debido a su diagnóstico y que permiten adaptaciones laborales, como jornadas laborales flexibles o el trabajo desde casa.
- Acceso a Atención Médica Asequible: Políticas de salud que reduzcan los costos del tratamiento, incluyendo medicamentos y procedimientos médicos, lo que aliviaría la carga financiera de las pacientes.
- Apoyo Psicológico y Asesoramiento Financiero: Ofrecer servicios de apoyo psicológico y asesoramiento financiero a las mujeres afectadas por el cáncer de mama para ayudarlas a enfrentar el estrés emocional y tomar decisiones informadas sobre sus finanzas.
- Programas de Ayuda Financiera: Establecer programas de asistencia financiera para mujeres con cáncer de mama que no pueden costear su tratamiento o enfrentar dificultades económicas debido a la enfermedad.
No hay que olvidarse de la Salud Mental
Por otra parte, el diagnóstico de cáncer de mama, el sólo hecho del diagnóstico, puede tener un impacto psicológico significativo en las pacientes. Muchas mujeres experimentan ansiedad, depresión, estrés y miedo durante su viaje de tratamiento. Estos aspectos emocionales pueden influir en la calidad de vida y el proceso de recuperación. En este sentido es importante ofrecer servicios de salud mental accesibles y adecuados, incluyendo:
- Consejería y Terapia: Proporcionar acceso a consejería y terapia psicológica para las pacientes de cáncer de mama, ya sea en el entorno hospitalario o en centros de salud mental.
- Integración en la Atención Médica: Incorporar la atención de la salud mental en el plan de tratamiento del cáncer de mama, reconociendo que la salud física y emocional están interconectadas.
- Programas de Bienestar: Ofrecer programas de bienestar que incluyan meditación, yoga, ejercicios de relajación y actividades que puedan ayudar a aliviar la ansiedad y el estrés.
- Apoyo de Pares: Establecer programas de apoyo de pares donde los pacientes puedan conectarse con sobrevivientes que han experimentado y superado los desafíos psicológicos del cáncer de mama.
Las políticas y estrategias que abordan las repercusiones socioeconómicas del cáncer de mama son fundamentales para garantizar que los pacientes reciban el tratamiento necesario sin verse abrumadas por las preocupaciones financieras. Además, la concienciación pública sobre este tema es esencial para apoyar a las mujeres afectadas y promover un sistema de salud más equitativo y solidario. La lucha contra el cáncer de mama no debe poner en riesgo el bienestar económico de las mujeres, y es deber de la sociedad y los responsables de políticas garantizar que este no sea el caso.
Cáncer de mama en hombres y personas trans
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a una amplia variedad de personas, independientemente de su identidad de género. Si bien históricamente se ha asociado principalmente con las mujeres, es fundamental reconocer que los hombres y las personas transgénero también pueden enfrentar este diagnóstico.
Aunque es mucho menos común en la población masculina, los hombres también pueden padecer cáncer de mama. El pronóstico generalmente es mejor si el cáncer se detecta en etapas tempranas. Sin embargo, debido a la falta de concienciación sobre el cáncer de mama en hombres, a menudo se diagnostica en etapas más avanzadas, lo que puede complicar el tratamiento.
El riesgo de cáncer de mama en personas trans no se limita a su identidad de género, ya que factores biológicos también pueden influir. Algunos aspectos a considerar incluyen la terapia hormonal. Hasta ahora se están estudiando sus efectos a largo plazo pero es importante que las personas trans discutan estos riesgos y beneficios con sus proveedores de atención médica. Por otra parte, independientemente de la identidad de género, el riesgo de cáncer de mama también puede estar influenciado por la historia familiar.
Las personas trans deben estar informadas sobre cómo llevar a cabo un autoexamen mamario y deben discutir la necesidad de mamografías con sus médicos. Los médicos deben tener una comunicación abierta y respetuosa con las personas trans, utilizando los nombres y pronombres preferidos por el paciente. Algunas personas trans ya pueden haberse sometido a una cirugía de mastectomía como parte de su transición. En casos de cáncer de mama, la atención postoperatoria y la reconstrucción mamaria deben adaptarse a las necesidades específicas de la persona. También, es caso de que hubiera un diagnóstico positivo, es crucial que reciban atención médica que sea sensible a su identidad de género.
El rosa es más que un color
Con este lema se celebra el Día Internacional contra el Cáncer de Mama en una de las provincias españolas. Y recuerda que el propio cáncer es más que la enfermedad que es. Cada 19 de octubre se hace un llamad en todo el mundo con el objetivo de visibilizar y apoyar a todas las mujeres que han luchado y luchan cada día contra esta enfermedad. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, se prevé que en este 2023, se diagnosticará a unas 35.000 mujeres con cáncer de mama. Eso sólo en España, y a aquellas que acudirán a consulta.
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