Festival de San Sebastián: la necesidad de “Me Too” en la industria del cine español

Directoras abordan el abuso sexual y de poder en el cine, y declaran la necesidad de que el movimiento “Me Too” llegue a la industria española y ayude a crear un ambiente más seguro y equitativo para las mujeres.

Isabel Coixet: Romper el silencio en el cine español

El año pasado, en el Festival de San Sebastián, la destacada directora Isabel Coixet dio voz a una historia que sacudió los cimientos del cine español y arrojó luz sobre un oscuro secreto que había permanecido oculto durante décadas.

En su documental El Sostre Groc (El techo amarillo), Coixet narra la desgarradora experiencia de un grupo de mujeres que, durante su infancia, fueron víctimas de abusos sexuales mientras formaban parte de un grupo de teatro en Lleida. Lo que hace que esta historia sea aún más impactante es que estos abusos fueron cometidos por su propio profesor de interpretación, un hombre que ocupaba una posición de poder y respeto en la comunidad.

El documental revela cómo este hombre, escudado en su estatus, abusó sistemáticamente, durante siete años, de niñas de entre 14 y 16 años. La historia es un recordatorio de cómo el abuso puede persistir en la sombra cuando se impone una especie de “ley del silencio” que calla a las víctimas y les impide denunciar.

Isabel Coixet eligió contar esta historia en un momento en el que la conversación global sobre el abuso sexual y el empoderamiento de las víctimas estaba en su apogeo gracias al movimiento “Me Too”. Sin embargo, Coixet optó por no enmarcar su documental en el contexto del movimiento, sino que lo presentó como una historia independiente, una elección que destaca la importancia de abordar estos problemas no sólo a nivel global sino también a nivel local.

Coixet expresó su preocupación por las mujeres que, a pesar del movimiento “Me Too”, siguen estando desprotegidas en muchos entornos de trabajo. Destacó que aunque el valor y la lucha de las mujeres son admirables, a menudo se ven empañados por las acciones de hombres que perpetúan el abuso y el acoso.

“Me Too” es más difícil en un mundo gremial

Ante la pregunta de por qué aún no ha surgido un movimiento “Me Too” en el cine español, Coixet señaló que la industria cinematográfica es un mundo gremial en el que las personas tienden a protegerse entre sí, especialmente en ciertos estratos de la profesión. Además, el miedo a las repercusiones profesionales y personales es un obstáculo significativo para las víctimas que consideran denunciar abusos.

Isabel Coixet, quien pertenece a una generación de directoras que abrió camino para las nuevas voces femeninas en la industria, es consciente de que la discriminación persiste en el cine. A menudo se le cuestiona sobre su elección de temas y su lugar en la industria, una interrogante que rara vez se plantea a sus colegas masculinos. Su lucha por la igualdad de género y su valiente narración de historias difíciles demuestran que, aunque enfrentarse al sistema puede ser complicado, es un paso necesario hacia un cine español más justo y equitativo.

En última instancia, el documental de Isabel Coixet y su compromiso con dar voz a las víctimas del abuso sexual y el acoso en el cine español nos recuerda la importancia de romper el silencio y enfrentar los problemas que persisten en nuestra sociedad, sin importar cuán incómodos sean. El camino hacia la igualdad de género en la industria del cine es largo, pero con voces valientes como la de Coixet, estamos un paso más cerca de lograr un cambio significativo.

El “Me Too” a punto de llegar al cine español

El movimiento “Me Too” ha sacudido la industria del entretenimiento a nivel global, desde Hollywood hasta Bollywood. Ahora las directoras en España advierten que el eco de este movimiento está a punto de llegar a la cinematografía nacional. Cristina Andreu, presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), señala que cada vez más personas están dispuestas a denunciar abusos sexuales y de poder en la industria del cine español.

En entrevista con Europa Press ―con motivo de la charla sobre buenas prácticas para un audiovisual libre de abusos por razón sexual, de género o de poder que tuvo lugar en el Festival de San Sebastián―, Andreu destacó la importancia de la unidad entre las mujeres para enfrentar estos problemas de manera efectiva. Argumenta que una sola denuncia de una víctima individual es difícil de llevar adelante y que la fuerza radica en la denuncia colectiva. Esta unidad no sólo ofrece apoyo emocional a las víctimas, sino que también contribuye a poner fin a la impunidad de los depredadores sexuales en la industria.

Andreu hace hincapié en que es esencial que las mujeres no se sientan solas al denunciar abusos. El sentimiento de soledad y el miedo a las consecuencias profesionales y personales son obstáculos significativos para las víctimas. Señala que el movimiento “Me Too” en Estados Unidos fue efectivo porque múltiples mujeres compartieron sus experiencias al mismo tiempo, lo que permitió exponer a figuras poderosas como Harvey Weinstein.

Además de denunciar abusos, Andreu también critica la influencia del patriarcado en la legislación y la sociedad en general. Destaca la necesidad de que hombres y mujeres trabajen juntos para lograr un cambio significativo en la industria y la sociedad en su conjunto.

CIMA propone medidas

Una de las medidas propuestas por CIMA para prevenir abusos sexuales y de poder en la industria cinematográfica es incluir una cláusula en los contratos profesionales que permita a las mujeres identificar a quién recurrir en caso de agresión. Además, se promueve la implementación de protocolos de actuación en todos los rodajes y lugares de producción para crear entornos seguros para las mujeres.

Otro punto crucial en la lucha contra el abuso sexual en la industria del cine es la representación adecuada de la sexualidad y el deseo de las mujeres en las películas y programas. Andreu argumenta que, hasta ahora, la sexualidad femenina se ha retratado desde una perspectiva masculina, y es importante cambiar esta narrativa para empoderar a las mujeres y eliminar estereotipos perjudiciales.

Qué es “Me Too” y por qué ha sido tan impactante

El movimiento “Me Too” se ha convertido en una tendencia global en los últimos años, y es importante entender qué es y cómo ha llegado a ser tan relevante en nuestra sociedad. “Me Too” es un hashtag que se ha utilizado en las redes sociales para denunciar y visibilizar el acoso y abuso sexual, especialmente hacia las mujeres.

La tendencia comenzó en octubre de 2017, cuando la actriz estadounidense Alyssa Milano animó a las mujeres a compartir sus experiencias de acoso o abuso sexual utilizando el hashtag #MeToo. Lo que comenzó como una simple campaña en las redes sociales se convirtió en un movimiento global, con millones de mujeres y hombres compartiendo sus historias y mostrando solidaridad. “Me Too” ya era un movimiento fundado en 2006 por Tarana Burke, activista afrofeminista que desde muy joven se dedicó a trabajar con adolescentes que, como ella, habían sufrido abusos sexuales.

El objetivo principal del movimiento “Me Too” es crear conciencia sobre la magnitud del problema del acoso y abuso sexual en nuestra sociedad. Muchas personas han guardado silencio durante años, sintiéndose avergonzadas o con miedo de no ser creídas. “Me Too” ha proporcionado un espacio seguro para que las víctimas compartan sus experiencias y se sientan apoyadas.

La fuerza de “Me Too” radica en su capacidad para unir a las personas y generar un cambio significativo. A medida que más y más personas comparten sus historias, se crea una red de solidaridad que desafía la cultura del silencio y la impunidad. Además, el movimiento ha llevado a una mayor conciencia y discusión sobre el consentimiento y los límites personales.