Especial | 11J, Mujeres y Feminismo

Además de su participación en las protestas, las mujeres cubanas son quienes sostienen la lucha iniciada los días 11 y 12 de julio de 2021 en Cuba.

| Observatorio | 25/07/2022
Mujeres cubanas
Collage donde confluyen presas políticas cubanas y familiares de detenidos tras el #11J. Imagen: Alas Tensas

Como muchas otras mujeres cubanas, Lázara Karenia salió a la calle a protestar el 11 de julio de 2021. Lo hizo en Cárdenas, Matanzas y gritó mucho. Cuenta su hermana Kirenia que exclamaba: “Abajo Díaz-Canel”, y todo el mundo respondía “Abajo”, y que “la tomaron más como líder, no como una del coro, sino como la que inició el coro”. Por tomar parte en las protestas, Lázara pasó nueve meses presa y ha sido condenada a tres años de trabajo correccional. 

También en Cárdenas, otra mujer, Leidiana Prohía Guevara, madre soltera con dos hijos, participó en el saqueo durante las protestas del 11J de una de las impopulares tiendas dolarizadas. Fue condenada a 12 años de privación de libertad. La justicia también le exige, según el grupo Justicia 11J, el pago de una indemnización de casi 1.5 millones de CUC para resarcir a la propietaria de la tienda, la corporación Cimex, una de las empresas del grupo militar Gaesa.

No muy lejos de allí, en Perico, Matanzas, un día después de las protestas, Sayli Navarro, activista por los derechos humanos, fue a la unidad de Policía a interesarse por las personas que habían sido detenidas por participar en el 11J. Al presentarse allí, fue informada que ella y su padre, el opositor histórico y miembro de los 75, Félix Navarro, estaban detenidos por haber participado en las manifestaciones. Sayli cumple hoy ocho años de prisión.

Damas de Blanco en Cuba
Sayli Navarro junto a su madre, Sonia Álvarez. Foto: Redes Sociales

Al otro lado del país, en Guantánamo, Ana Luisa Avila Morales puso un comentario en Facebook invitando a sus vecinos a manifestarse en el 11J. Poco después, ella misma salió a marchar con otros cientos de personas por la calles de la ciudad y resultó detenida. Ha sido sentenciada a casi tres años de cárcel.  

Por todo el país, miles de mujeres participaron de una u otra manera en las protestas históricas del pasado 11 y 12 de julio. Según los registros de Cubalex y Justicia 11J, a julio de 2022, de entre las 1484 personas detenidas por salir a protestar el 11J, 218 fueron mujeres; un número bastante inferior al de hombres y que representa un 15% de las personas arrestadas durante las protestas. Aunque estos datos muestran que la represión posterior a las manifestaciones se ha concentrado más en los hombres y estos están sufriendo en mayor proporción penas de prisión, muchas mujeres fueron protagonistas en esos días. Cubanas de todo origen han sido acusadas de liderar las protestas, de lanzar piedras, de enfrentarse a la policía, de incitar a otras personas  a protestar, o simplemente de marchar. Casi 70 de ellas siguen presas hoy, más de un año después. 

Pero además de todo esto, las mujeres están teniendo un papel fundamental en sostener la lucha que comenzó el pasado julio. Un grupo de mujeres feministas, Justicia 11J, ha permitido conocer con precisión la magnitud de la mayor ola represiva vivida en el país en décadas. Han sido las mujeres familiares de presos quiénes más se han organizado para exigir la liberación de sus hijos, hermanos o maridos. Y son miles de mujeres quiénes ahora están cargando con tareas adicionales a las que antes tenían para garantizar el bienestar de sus familias: llenar las jabas con alimentos o medicamentos para los presos; atender a los hijos de quienes están en la cárcel o se tuvieron que marchar del país.

Mujeres detenidas por el 11J

Muchas mujeres fueron detenidas el 11J. Según datos de Cubalex y Justicia 11J,  la edad promedio al momento de la detención era de 31 años. En algunas provincias como Cienfuegos, Villa Clara, Mayabeque y Guantánamo, entre el 20% y el 30% de las personas detenidas fueron mujeres, un porcentaje superior a la media nacional. En la actualidad 68 siguen presas de las 218 que fueron encarceladas. No tenemos datos de 20 de ellas, pero las 48 restantes, están cumpliendo penas que van desde los 8 meses a los 15 años. La sanción promedio es 76 meses: 6 años y 4 meses.

En el 11J participaron todo tipo de mujeres, y el listado de quiénes siguen presas es un reflejo de ello. Solo algunas de ellas eran mujeres con un historial de activismo en la oposición, como la propia Sayli Navarro, que fue detenida junto a otras dos Damas de Blanco de la provincia de Matanzas. También hay otras mujeres activistas cumpliendo condena como  Mailene Noguera Santiesteban, vocera del Movimiento de Opositores por una Nueva República en la provincia de Mayabeque, u otro grupo de mujeres activistas presas es el de Placetas, Villa Clara, compuesto por cuatro mujeres: Arianna López Roque, Donaida Pérez Paseiros, Lisdani Rodríguez Isaac y su hermana Lisdiany, así como Nidia Bienes Paseiros

Mailene Noguera Santiesteban. (Foto: Facebook)
Mailene Noguera Santiesteban. Foto: Facebook

Sin embargo, la  mayoría de mujeres detenidas no tenían relación con la oposición o el activismo. Tal es el caso en La Güinera, La Habana, donde se concentró un gran número de detenciones y procesos penales y un hombre falleció asesinado por la policía. Allí, varias mujeres han sido condenadas por participar en las protestas, y según la fiscalía, liderarlas. Una de ellas es Odet Hernández Cruzata, ha sido condenada a 10 años por sedición y acusada junto con su marido, también preso, de instigar las protestas en La Guinera.  Yaquelín Castillo García ha sido condenada a 11 años y Yurema Ramos Abad a 12 años. Su delito, según la fiscalía, fue gritar “asesinos” a la policía y tirar piedras.

Las  mujeres han sido excarceladas en mayor medida que los hombres. De las 218 mujeres detenidas, según el registro de Justicia 11J, la mayoría han sido excarceladas y hoy 68 permanecen en prisión, el 31%, frente a un 52% de los 1256 capturados (653 hombres).

Justicia 11J ha considerado como mujeres a todas las que se identifican como tal, con independencia de cuál fue su sexo asignado al nacer, pero existe constancia de al menos una mujer trans, detenida y encarcelada. Ella es Brenda Díaz García, de Güira de Melena, Artemisa. A  las violaciones a sus derechos que ha sufrido como presa política, sentenciada inicialmente a 14 años por participar en una manifestación, Brenda, además, tiene que sufrir el hecho estar presa en un cárcel para hombres donde ya ha sido agredida. 

Al menos otra de las presas, Amanda Dalai Matamoros Cabrera, un enfermera de Santa Clara, ha denunciado haber sido sufrido un intento de violación por varios policias durante su detención. 

Marta María Ramírez, periodista y activista feminista, hace igualmente alusión a una mujer en Matanzas que estaba lactando en el momento de la detención y tuvo que interrumpirla “Dentro de todo lo injusto que es, ¿por qué no hay protocolos para que esa mujer pueda seguir lactando? Este es un sesgo machista de la violencia muy claro”, afirma.

Cuidadoras y activistas 

Es importante señalar que el 11J ha tenido consecuencias en las mujeres qué van más allá de ser reprimidas y arrestadas. Al menos 19 de las mujeres encarceladas actualmente  tienen hijos u otras personas dependientes a su cargo, y solo se conocen datos de 48 de ellas. Del resto, no hay información disponible. La responsabilidad del cuidado de los hijos y personas dependientes de las mujeres encarceladas ha recaído mayormente en otras mujeres. Así, si bien los hombres  tuvieron más protagonismo el 11 y el 12 de julio durante las protestas, son principalmente  las mujeres las que han sostenido la lucha, manteniendo a sus familiares presos, a las personas a su cargo, dando testimonio de los sucedido y reclamando justicia. 

Marta María destaca la cantidad de  abuelas que han tenido que quedarse al cuidado de las criaturas porque sus madres y/o padres han entrado en prisión; esas madres cuyos hijos o hijas están presas presas por el 11J y que, además de ejercer los cuidados como pueden “son constantemente reprimidas por cumplir con su mandato patriarcal, que es cuidar a sus criaturas”, comenta. 

Es destacable los esfuerzos colaborativos y de organización que se han producido entre madres de presos y presas políticas, que han creado verdaderos grupos de cuidados y de presión al gobierno. Tal es el caso de las madres de La Güinera. Una de las más activas ha sido  Elizabeth León, de 55 años, que sobrevivió a un cáncer y que hasta el 12 de julio pasado se dedicaba a arreglar uñas. Precisamente eso estaba haciendo cuando la policía irrumpió en su casa para detener a dos de sus hijos. No quiere volver a dedicarse a la manicura, para no revivir el trauma, a pesar de que este trabajo le proporcionaba unos ingresos que necesita. Ahora se dedica a cuidar como puede a sus 9 nietos y a protestar por la liberación de sus tres hijos encarcelados. Como ella, muchas mujeres que nunca habían tenido contacto con la oposición han devenido activistas.

¿Las mujeres cubanas protestan menos?

Algunas  investigaciones recientes apuntan a que las mujeres en Cuba tienden a confiar más en el sistema político que los hombres y tener menor intención de protestar. Sin embargo, estos datos no se interpretan de una forma tan sencilla desde una perspectiva feminista. Marta María Ramírez no cree que las mujeres en Cuba protesten menos que los hombres ni estén más conformes con el gobierno y sus políticas. Ella expone los sesgos de género en todo lo que ha supuesto el 11J y analiza la participación de las mujeres desde un punto de vista más amplio.

“Las mujeres tienen por mandato patriarcal una función en las protestas cotidianas; mujeres como Amelia Calzadilla (cuyo video pidiendo cuentas al gobierno por la imposibilidad de sacar adelante a su familia se hizo viral) han sido las que tradicionalmente han estado impulsando esas demandas en los diferentes espacios: son las responsables de los hogares, de los cuidados, y ejercen una protesta más doméstica, en las oficinas, en las escuelas, en las bodegas, en los médicos…”, apunta.

Marta María explica que  las mujeres tienen otro rol dentro de la protesta como tal, y las demandas del 11J son las que ellas han venido manifestando en su día a día durante muchos años. Que algunas no salieron a gritar libertad ese día no significa que no ejerzan la protesta, y las peticiones  que tienen que ver con el sostenimiento de la vida  también son políticas. Como ya apuntaban las feministas radicales  en los años 70, los problemas personales son problemas políticos.

Justicia 11J, un gran paso para el movimiento feminista cubano

Justicia 11J son un grupo de mujeres feministas que decidieron ponerse a documentar la represión sucedida en los días 11 y 12 de julio de 2021, y que desde entonces no solo trabajan para la justicia de los presos y presas, sino también para sostener y cuidar a sus familias. Las mujeres de Justicia 11J han tenido y tienen un papel fundamental en la documentación y la difusión de información sobre la represión del 11J. Ningún grupo de la oposición ha sido tan activo tras el 11J  ni ha recurrido a estrategias tan imaginativas y colaborativas como Justicia 11J.

“Las mujeres que nos unimos en este trabajo somos mujeres que nos conocíamos por nuestras posturas feministas, un feminismo que habla de un activismo de los cuidados, de la ayuda mutua; no solo somos mujeres, sino que pasamos nuestro activismo por una óptica feminista, y esto es lo que marca la diferencia” comenta Salomé García, una de las coordinadoras de Justicia 11J, en una entrevista reciente para la revista Alas Tensas.

Marta María comenta que el trabajo de Justicia 11J va mucho más allá de la documentación convirtiéndose en un verdadero acompañamiento de las personas presas y sus familias, y que son un ejemplo de  horizontalidad en el trabajo, los que les permite actuar con mucha más rapidez y flexibilidad que a grupos más jerarquizados.

Aunque muchas personas ven a Justicia 11J como una continuación natural de las Damas de Blanco, Marta explica que, aunque las Damas son un antecedente claro, Justicia 11J bebe también del espíritu del 11M (marcha por los derechos LGTBIQ+ en 2019 que derivó en movimiento) y va más allá; no se trata ya sólo del cuidado de los y las familiares, sino del cuidado de los compañeros y compañeras de lucha.

“No creo que sea una casualidad que Justicia 11J haya surgido de mujeres feministas”, afirma Marta María. Justicia 11J es cuidado, y un trabajo con menos sesgos: no solo tienen en cuenta el género, sino también la raza, discapacidad, situación económica, etc. La gente siempre se pregunta dónde estamos las feministas porque no quieren ver dónde estamos y reconocer que hacemos cosas que no hacen otros grupos” apunta, y añade: “estoy convencida de que Justicia 11J es un gran paso para el movimiento feminista cubano”.

▶ Vuela con nosotras

Nuestro proyecto, incluyendo el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT), y contenidos como este, son el resultado del esfuerzo de muchas personas. Trabajamos de manera independiente en la búsqueda de la verdad, por la igualdad y la justicia social, por la denuncia y la prevención contra toda forma de violencia de género y otras opresiones. Todos nuestros contenidos son de acceso libre y gratuito en Internet. Necesitamos apoyo para poder continuar. Ayúdanos a mantener el vuelo, colabora con una pequeña donación haciendo clic aquí.

(Para cualquier propuesta, sugerencia u otro tipo de colaboración, escríbenos a: contacto@alastensas.com)