Feminicidio | 36 mujeres víctimas de la violencia machista en el año 2021 en Cuba

En este año se produjo un aumento de los feminicidios en Cuba con respecto al año anterior y una de las causas ha sido la falta de voluntad política del régimen.

| Observatorio | 28/02/2022
Algunos de los rostros de las víctimas mortales de violencia de género en 2021. Foto collage: Alas Tensas

En el año 2021 se produjo un aumento de los feminicidios en Cuba según la información recabada por el Observatorio de Violencia de Género de Alas Tensas.

Si en 2020 se registró un total de 28 feminicidios, más 4 casos de feminicidios vicarios, para un total de 32; en 2021 la cifra ascendió a 36.

El feminicidio, según ONU Mujeres, es el asesinato intencionado de una mujer por el hecho de serlo. Y él supone la culminación de un proceso de abusos, amenazas o intimidación constantes en el hogar, violencia sexual o situaciones en las que las mujeres se encuentran en una situación de inferioridad con respecto a su pareja en términos de poder o disponibilidad de recursos.

El contexto de vulnerabilidad en el que se encuentran las mujeres cubanas favorece que esta cruel expresión de la violencia de género, tenga mayor espacio en la sociedad.

En la isla, y pese a las exigencias de feministas y activistas, no existe una Ley Integral contra la violencia de género, no está tipificado el feminicidio dentro del código penal, no hay casas de acogidas para mujeres maltratadas, no se realizan campañas públicas de sensibilización, no hay estadísticas oficiales de los feminicidios, y además, se criminaliza todo activismo feminista relacionado con la violencia de género o con otras problemáticas sociales.

Aunque el gobierno cubano ha firmado convenios internacionales como la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer” (CEDAW), donde se compromete, entre otras cuestiones, a “adoptar medidas adecuadas, legislativas y de otro carácter, con las sanciones correspondientes, que prohíban toda discriminación contra la mujer”, el Estado no ha actuado en coherencia.

Por otro lado, y en el contexto pandémico, el régimen de la isla también ha hecho caso omiso a las recomendaciones de organizaciones como ONU Mujeres, quienes han desarrollado campañas y protocolos que buscan “mitigar el impacto de la crisis del COVID-19 en las mujeres y las niñas y garantizar que la recuperación a largo plazo las beneficie”.

Entre las cuestiones en las que se ha centrado ONU Mujeres se encuentran el conseguir que las personas apoyen y practiquen el reparto equitativo del trabajo de cuidados. Así como el acceso a servicios esenciales, que incluyen las líneas telefónicas de ayuda y los refugios, ya que en el contexto pandémico las mujeres coexisten mucho más tiempo con el maltratador, su vulnerabilidad es mayor.

En Cuba solo se ha puesto en marcha una línea de ayuda, la 103, y ocurrió de forma reciente, en diciembre de 2020.

Sobre esta línea en junio de 2021, su coordinador Giovani Leal Duque, en una mesa redonda transmitida en la televisión cubana dijo: “en este último año se han recibido alrededor de 21 mil llamadas a la línea, de ellas el 4 por ciento (un número relativamente poco significativo en comparación con otros temas) son relacionados con este tema de la violencia”.

Aunque Alas Tensas y otras organizaciones de la sociedad civil cubana, en su momento agradecimos la puesta en marcha de esta línea de ayuda, le seguimos criticando que englobe además del tema de la violencia de género, otras problemáticas sociales, como puede ser la adicción a las drogas.

En lo que respecta al observatorio de feminicidios, Alas Tensas, desde que comenzó a sistematizar esta problemática, ha registrado 64 feminicidios en el país, entre 2020 y 2021, a los que se le suma, 4 feminicidios vicarios, para un total de 68 feminicidios registrados. Hay que subrayar que la categoría de feminicidio vicario que hemos incorporado en la tipología de nuestro registro, la describen las especialistas como “el asesinato de una mujer o de los hijos e hijas menores de edad, por parte de un hombre como instrumento para causar perjuicio o daño a otra mujer”. Sus dos subtipos son el que se produce en el ámbito de la pareja o la expareja (hijos e hijas menores, pero también otros menores y mujeres mayores de edad que sean allegadas: sobrinos, amigas, hermanas…) y el que sucede fuera de ese ámbito (asesinato de menores o mujeres con intención de hacer daño a otra mujer). Repetimos que se incluyen solo mujeres y menores.

El hecho de que las estadísticas que ofrecemos provengan de nuestra red de observadoras así como de la colaboración con otras plataformas feministas independientes, como Yo Sí Te Creo en Cuba y la Red Femenina de Cuba, con recursos muy limitados y sobre los que pesa la criminalización por parte del gobierno; hace pensar que nos encontramos ante un número muy inferior a la cantidad de feminicidios que han podido cometerse en Cuba desde que han comenzado a contabilizarse. Por ello insistimos en que es solo un subregistro.

Si analizamos las estadísticas de este último año podemos distinguir las siguientes cuestiones. De los 36 feminicidios registrados, 29 fueron cometidos por las parejas o exparejas de las víctimas, lo que sigue desmontando la creencia de que son personas desconocidas del círculo de las víctimas, las que cometen estos actos violentos. Cinco fueron catalogados como feminicidios sociales, uno sexual, y en este año, a diferencia del 2020, no fue registrado ningún feminicidio vicario. Hay que aclarar que el feminicidio social queda definido como el asesinato de una mujer por una agresión, de carácter no sexual, por parte de un hombre con el que no se tenía una relación de pareja ni era familiar (un desconocido, un compañero de trabajo, un vecino, un amigo, un empleador etc.), y esta nueva tipología logra, sin dudas, nombrar como feminicidio algunas muertes violentas de mujeres que antes no se tenían en cuenta como tal, al no existir relación anterior con la víctima, o agresión sexual confirmada. Lo que se busca con esta tipología es contabilizar las muertes machistas con mayor exactitud y justicia, que no quede fuera ninguna de sus manifestaciones y realizar un acto de reparación con las víctimas.

Otro tema que podemos destacar es la provincia donde hubo mayor incidencia de casos, que en el 2021 se trató de la provincia de La Habana, con 9 feminicidios registrados; detrás le siguen Pinar del Río y Holguín con cuatro, respectivamente.

La violencia de género es una de «las manifestaciones más evidentes de la desigualdad, subordinación y de las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres»; luchar por su erradicación pasa inevitablemente por visibilizarla, nombrarla y denunciarla. Tipificar, nombrar la violencia con exactitud es un acto de justicia con las víctimas.


Gráficos de los Feminicidios del 2021. Fuente: Observatorio de Alas Tensas.

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