Día Mundial de la Cultura Africana y Afrodescendiente: Celebrando la diversidad y resistencia

“Instituido en 2020, este día busca celebrar y reconocer la contribución invaluable de las comunidades africanas y afrodescendientes a la historia, la cultura y la sociedad global.”

El Día Mundial de la Cultura Africana y Afrodescendiente conmemora la riqueza y diversidad de la cultura africana, así como el impacto de la diáspora africana en todo el mundo. Instituido en 2020, este día busca celebrar y reconocer la contribución invaluable de las comunidades africanas y afrodescendientes a la historia, la cultura y la sociedad global.

La elección del 24 de enero obedeció a la aprobación de la Carta para el Renacimiento de la Cultura Africana, que se emitió en esa fecha de 2006 por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana. Este documento simboliza un compromiso con la promoción y protección de los derechos humanos en el continente africano. La conmemoración de esta fecha busca no solo celebrar la cultura africana, sino también recordar la lucha continua por la igualdad y la justicia que han llevado a cabo sus pueblos.

El CONAPRED mexicano, el Consejo Nacional para Prevenir La Discriminación, define que

Actualmente África es un continente mucho más diverso que Europa o América, en gran parte debido a factores históricos. Las culturas de las comunidades africanas y afrodescendientes son un testimonio vivo de creatividad y resistencia, pues además del colorido, los ritos y las relaciones de afecto con la tierra; la música, el arte, la danza y las tradiciones que han logrado mantener a través de generaciones también están influidas por la esclavitud, la discriminación y la lucha por la igualdad que han tenido que librar.

Celebrar la cultura africana y afrodescendiente es un acto de reconocimiento y valoración de identidades históricamente marginadas. Proporciona a las comunidades afrodescendientes un sentido de pertenencia y empoderamiento al conectarse con sus raíces culturales, celebra la diversidad y constituye un puente para el diálogo intercultural.

África, un crisol de diversidad

Con más de 3,000 culturas distintas y casi 2,000 lenguas reconocidas, el continente africano contribuye significativamente a la diversidad cultural global. África es un crisol de tradiciones que se han fusionado a lo largo de los años, especialmente en la región subsahariana, donde diversas etnias y tribus coexisten.

África no solo es diversa en culturas, sino también en creencias religiosas, conviviendo armoniosamente el cristianismo, el islam, el judaísmo, el animismo, el chamanismo y otras creencias propias de cada etnia. La veneración hacia las personas mayores, considerándolas como las más sabias y experimentadas, es una característica que resalta la riqueza cultural africana, lo cual, junto a la relación de la cultura con el cuidado de la naturaleza, contrasta con las costumbres occidentales. Toda esta riqueza cultural de tradiciones y valores han perdurado desde el periodo precolonial hasta la era moderna través de la oralidad.

El legado cultural de África en el mundo

Esclavizados, obligados a emigrar, emigrados por voluntad propia, en cada lugar que se asentaron hombres y mujeres de África, se asentaron sus costumbres y cultura.

La UNESCO destaca el papel fundamental de África en la construcción de una identidad cultural sólida y valores compartidos en todo el mundo. En el contexto de la Agenda 2063 de la Unión Africana y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, África se presenta como clave para alcanzar resultados de paz y desarrollo, especialmente en naciones con poblaciones de afrodescendientes.

Brindar visibilidad internacional a la diversidad cultural de las comunidades africanas y de los afrodescendientes es esencial para preservar su legado. Esto no solo refuerza la influencia en las culturas occidentales, también asegura su transmisión para el beneficio de las generaciones futuras.

En países de América Latina como Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Trinidad y Tobago, Costa Rica, Haití, República Dominicana, y Uruguay, la diversidad cultural africana representa un pilar fundamental en sus costumbres, tradiciones, música, danza, comida típica, creencias e historia. Estos elementos simbolizan la esencia de sus orígenes y la memoria colectiva como pueblo.

África ha logrado entrelazar lo ancestral con lo moderno, la historia del pasado con la actualidad, mostrando al mundo un ejemplo de perseverancia, voluntad, hermandad y humanidad. La diversidad cultural no solo es la esencia del continente africano, sino también un camino hacia la ampliación de derechos y la construcción de un futuro más inclusivo.

Las mujeres africanas y afrodescendientes

En Alas Tensas, hemos bebido de la sabiduría de mujeres y comunidades africanas y afrodescendientes que cada día destacan desde la construcción artística, científica, teórica, ecológica, activista, feminista.

Tales son los casos de, entre muchas otras:

Wangari Maathai, primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz, en 2004, por “su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz”.

Chimamanda Gnozi, escritora y feminista nigeriana cuyas obras tratan temas desde el feminismo hasta el sexismo, la emigración y la problemática racial.

bell hooks, escritora y activista social feminista afrodescendiente, cuyo enfoque de escritura radica en la interseccionalidad entre raza, clase y género, y lo que ella describió como su capacidad para producir y perpetuar sistemas de opresión y dominación de clase

Ijeoma Umebinyuo, poeta nigeriana, defensora de los derechos reproductivos de las mujeres, de las mujeres en la política y de las mujeres dueñas de su propia narrativa.

Sueli Carneiro Jacoel, filósofa, escritora, doctora en Educación por la Universidad de São Paulo y activista antirracista del movimiento negro, uno de los movimientos sociales con más destaque en el contexto brasileño.

Shirley Campbell Barr, antropóloga, activista y poeta afrocostarricense. Sus obras poéticas dan voz a su activismo, centrado en el empoderamiento de los pueblos negros, especialmente de las mujeres negras, y en animarlas a establecer su lugar en la Historia. 

Athenkosi Kwinana, activista visual sudafricana que quiere romper, a través de sus dibujos y grabados, con los estigmas relacionados con el albinismo, el racismo y la discriminación.

Francia Márquez, activista política y medioambiental, Vicepresidenta y Ministra de la Igualdad y Equidad de la República de Colombia.

Jurema Werneck, coordinadora de Criola, una ONG de mujeres negras creada en 1992 en Rio de Janeiro, Brasil.

Paulina Chiziane, la primera mujer mozambiqueña en publicar una novela en su país: Balada de amor ao vento (1990).