Los feminismos latinoamericanos y caribeños colocan en el centro a las trayectorias de resistencia de los pueblos golpeados por la dominación colonial.
"La oda al amor romántico dentro de un espacio cisheterodisidente acaba censurando moralmente a quien rehúsa la monogamia como forma de relacionarse y las prácticas sexuales convencionales".
Cuba carga con el legado colonial que impuso el sistema de normas, prácticas y cosmovisiones europeas, dentro de ellas el género y la heterosexualidad.
Monique Wittig, uno de los símbolos de la teoría y el feminismo lésbico, cuestionó los estereotipos de género y la heteronormatividad.
"¿Por qué razón, en vez de glamourizar el exceso de altruismo asociado a la maternidad de mujeres cis, no se invierte tiempo en practicar modos diferentes de estar presentes y co-participando en el trabajo de cuidado de niñas/os?".
"La comunidad LGBT cubana ha sido crucial en el enfrentamiento a un orden público heteronormativo y la marcha del 11 de mayo del 2019 ilustra esa hipótesis".
"Debemos observar con recelo esa insistencia de feministas blancas de “salvar a mujeres pobres” de “los peligros” de la gestación subrogada".
Las políticas públicas deben confrontar a la norma, por lo que deben contemplar la multiplicidad de cuerpos que habitan el mundo.
Una perspectiva feminista, y no necesariamente de género, es fundamental para abordar los cuidados en salud, de forma compleja e integral.
"Ni condescendencia, ni mea culpa, ni tutela, apenas acciones de reparación y transformación social y protagonismo de las personas trans".