¿Por qué es importante estandarizar las definiciones de los crímenes machistas?

El Banco Interamericano de Desarrollo pide que los países de América Latina utilicen una definición común para los feminicidios.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) insistió en la importancia de que los países de América Latina encuentren una definición común a los feminicidios o femicidios, con el objetivo de poder comprender la dimensión real de esta problemática en la región, ya que las diferentes tipologías que se usan en cada país dificultan el análisis general del asunto.

En un reciente informe del BID, donde analiza los casos de Ecuador, Honduras, Jamaica, Panamá y Paraguay, el organismo propuso una ruta para la estandarización de los datos, con lo que se podría establecer “una comprensión común sobre las características de este grave problema” y facilitar “el monitoreo de las respuestas de los Estados para atender este delito e instaurar o evaluar políticas de prevención ya existentes”, señaló.

El organismo afirmó que “la estandarización regional de estos datos es de suma importancia para poder diseñar instrumentos de políticas adecuados a cada contexto y para dimensionar el problema dentro y entre países. En particular, la estandarización es clave, ya que las discrepancias entre el hecho y su catalogación provoca que las cifras de feminicidio se diluyan entre las de homicidios generales y parezcan menos importantes de lo que son”.

En Cuba no se tipifica el feminicidio como delito

En el caso de América Latina son feminicidios y femicidios los términos más usados, pero según el BID “hay al menos 16 variables sobre las cuales se recoge información sobre cada uno de estos crímenes”, que varían en dependencia de cada país.

En Cuba no está tipificado el delito de feminicidio ni de femicidio en el Código Penal, a diferencia de otros 18 países de la región que ya lo incluyeron. No obstante, la prensa oficial asumió en los últimos meses el término femicidio en varias notas, a diferencia de feminicidio, el cual nunca utiliza.

Sin embargo, en el Observatorio de Igualdad de Género inaugurado por el régimen cubano a inicios de junio de este año no se utiliza ninguno de los dos términos para hablar de los crímenes machistas.

En ese sentido, el BID señaló que es importante utilizar la definición precisa para registrar estos datos, pues “la discrepancia entre definiciones y tipos penales lleva implícitas otras condiciones que dificultan la integridad y el registro de datos de calidad sobre el feminicidio en la región”.

La CEPAL apoya la unificación de las definiciones

También la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) coincidió con el BID al señalar que esta variedad de definiciones limita el número de registros de feminicidios en la región.

“La CEPAL cita la necesidad de incorporar variables con enfoque de género, por ejemplo: circunstancias del hecho, espacios de ocurrencia, relación entre la víctima y el victimario, arma, niveles socioeconómicos, dependientes de la víctima, nivel educativo de la víctima y el victimario, origen étnico, embarazo, discapacidad, uso de sustancias psicotrópicas y personas LGTBIQ+, entre otras”, señaló el BID en su informe. 

La Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos presenta una propuesta

En su informe, el BID afirmó que la unificación de las terminologías permitiría “que cada pieza de información sobre feminicidios en los sistemas de gestión de datos de cada país tuviera un mismo formato y significado”, lo que facilitaría el trabajo de recopilación y producción de los datos, así como el intercambio de información entre países.

En ese sentido, la Iniciativa Latinoamericana por los Datos Abiertos (ILDA) elaboró una guía y un estándar de datos de feminicidio que proponen como marco de referencia para la recolección sistemática y unificada de las estadísticas sobre feminicidios en la región

Dicho estándar incluye 67 atributos para identificar, describir, definir y relacionar las circunstancias y entidades involucradas en los asesinatos violentos de mujeres por causa de género, tomando en cuenta variables como el tipo, hecho, lugar, víctima, imputado y proceso judicial.