La poesía, como una barca de libre albedrío, nace de la mirada atenta y seductora de una mujer de versos. (Palabras de Odalys Leyva para prólogo de "Tal vez la última playa")
"Cleotilde o el gesto de la literatura", pertenece a "El constante aleteo", primera novela de Yudarkis Veloz. Este relato marca el ritmo atmosférico, erótico que caracteriza su escritura.
"Desde los blancos manicomios", una novela de Margarita Mateo que se atreve a diseñar una advertencia, un signo de complicidad y reafirmación: el dolor es necesario e inevitable, pero sólo llega a purificar cuando se lo acepta con entereza.
En la noveleta "Ronquenval", la escritora exiliada rusa Nina Berberova construye un mundo diverso, donde la nostalgia, la ruina y el futuro se asocian y fortalecen mutuamente.
"Esta leyenda griega cuenta la historia de una madre desesperada que suplica justicia ante los oídos sordos de un tirano sin escrúpulos".
"Enid Vian es una escritora capaz de lograr una unidad orgánica entre una expresión muy sobria, por momentos minimalista, y jalonarla con fascinantes irrupciones de lirismo", señala Luis Álvarez Álvarez.
"Impedir que me traguen los márgenes sin huesos / de la inercia y el pánico. / El matorral del dogma. / Lamer/ lamer/ lamer, / imperceptiblemente, ahogándome la rabia"...
La novela tuvo una enorme repercusión en la sociedad norteamericana de los sesenta, convulsa y difícil. Muchas mujeres de clase media se identificaron con la historia de Tina Balser, su personaje protagónico.
La poeta María Cristina Garrido, encarcelada injustamente por manifestarse el 11 de julio de 2021, sigue escribiendo poemas desde su celda.