La artista costarricense mantuvo estrechos vínculos con el movimiento cubano de rap, por lo que realizó numerosas visitas de intercambio a la Isla y participó en un Simposio del Hip Hop cubano.
Las "imágenes de control" distinguidas por Collins, son una construcción simbólica de las mujeres negras que tienen como base el racismo y el sexismo.