La Ley Malena visibiliza y reconoce de manera formal la violencia ácida como una forma extrema de violencia de género.
"La consolidación de la institución esclavista en las Américas fue posible en virtud del principio partus sequitur ventrem, que significa 'el parto sigue el vientre'."
Los micromachismos son maniobras supuestamente invisibles que despliegan los varones para mantener sus posiciones de poder sobre las mujeres.
“El amor romántico, lejos de promover relaciones saludables y equilibradas, puede resultar problemático y dañino.”
El lenguaje inclusivo permite expresar un posicionamiento respetuoso y en favor de las mujeres y la comunidad LGTBI.
El feminicidio gineco-obstétrico se revela como una problemática silenciada y urgente que afecta la salud reproductiva de las mujeres.
“El fin último de la violencia de género en la relación de pareja es la dominación, y el mantenimiento del poder y la autoridad”.
Algunas mujeres ponen en práctica el dumping amoroso en función de no poner en peligro sus relaciones con los hombres.
El concepto de suicidio feminicida visibiliza la gravedad de la opresión que muchas mujeres experimentan y es un llamado a la acción para brindar apoyo.