María Victoria Gil: “Alejandro Gil, exministro de Economía, ha contribuido a destruir la economía de Cuba, pero no es espía”

Alejandro Gil se enfrenta a una petición fiscal de cadena perpetua por el delito de espionaje. Su hermana sostiene que esa acusación ha sido fabricada por el régimen cubano, al que describe como “una cúpula castrista compuesta por delincuentes”.

El juicio por espionaje contra el exviceprimer ministro y exministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, tuvo lugar entre el 11 al 13 de noviembre de 2025 en el Tribunal Supremo Popular de La Habana. Fueron tres días de vistas a puerta cerrada, con una petición fiscal de cadena perpetua, y en medio de una fuerte opacidad informativa.

María Victoria denuncia una causa fabricada por el gobierno cubano

Gil, responsable de la polémica “Tarea Ordenamiento”, y de otras medidas asociadas al alza de los precios y la devaluación del peso, permanece encarcelado desde 2024. Además, afronta del cargo de espionaje, un paquete de delitos económicos que, según las autoridades, se juzgarán por separado.

Frente al silencio de los medios oficiales, la voz más visible ha sido la de su hermana, la abogada y expresentadora de televisión, María Victoria Gil Fernández. Desde España, María Victoria denuncia una instrumentalización política del caso. Además, ha descrito el deterioro físico y emocional de su hermano.

“Toda la cúpula castrista está compuesta por delincuentes”

En un mensaje difundido en TikTok, afirma que su hermano se ha convertido en “un despojo humano”, ha perdido más de 50 libras, sufre alopecia areata y “está siendo acusado de un delito que no cometió”.

En su testimonio, recuerda su antigua confianza en la legalidad y en el presidente del Tribunal Supremo Popular, Rubén Remigio, confianza que, dice, se quebró al contrastar los pronunciamientos públicos del magistrado —en defensa del derecho a la libre expresión y manifestación— con la realidad de los jóvenes encarcelados y vejados tras las protestas del 11 de julio de 2021.

Así, enmarca el juicio en una crítica más amplia al sistema judicial cubano y a la represión de aquellas protestas, que dejaron centenares de personas condenadas injustamente.

“Aunque consideren que mi hermano, como lo considero yo, tiene culpa de muchas cosas que han sucedido en nuestra patria y que ha contribuido junto con todos los demás a destruir y a devastar su economía, agradezco a los que se solidarizan conmigo, con mi dolor de hermana y me brinden esas frases de amor, de cariño y de comprensión”, concluye.