6 de febrero: Día Internacional de Tolerancia Cero para la Mutilación Genital Femenina

Con el hashatg “no a la mutilación genital femenina”, organizaciones feministas y activistas intentan dar visibilidad a la problemática.

La mutilación genital femenina (MGF) es una práctica que supone la afección o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y es reconocida internacionalmente como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de la mujer y la niña.

Sin embargo, esta práctica se extiende por más de 30 países de África, Oriente Medio y Asia meridional, y puede encontrarse incluso en pequeñas comunidades de Latinoamérica.

Con la pandemia de Covid-19, en los últimos años la situación de la MGF ha empeorado gracias a los nuevos obstáculos que han surgido para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, entre los que se encuentra la eliminación de las prácticas de este tipo para 2030.
Se estima que, debido a la interrupción de los programas de prevención, los casos de mutilación podrían incrementar hasta 2 millones durante el próximo decenio.

Para la ONU “no hay tiempo para la inacción mundial” y, con esta premisa, la Asamblea General de esta organización decretó el 6 de febrero como el Día Internacional de Tolerancia Cero para la Mutilación Genital Femenina.

Cada 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de Tolerancia Cero para la Mutilación Genital Femenina: un momento para tomar conciencia de la situación de vulnerabilidad en que viven muchas mujeres actualmente y tomar partido ante ello.

Bajo el lema convertido en hashatg “no a la mutilación genital femenina”, además de la ONU, organizaciones feministas y activistas intentan dar visibilidad a una problemática que pervive hoy.  En los contextos donde se practica la mutilación genital, niñas pequeñas, privadas del derecho a decidir sobre su cuerpo, son mutiladas en intervenciones quirúrgicas muchas veces sin ningún tipo de anestesia ni asistencia médica.