Salud de las mujeres ⎸Diabetes Mellitus: una mirada con perspectiva de género es imprescindible
La Diabetes Mellitus es la enfermedad endocrina más frecuente y una de las principales causas de mortalidad en la sociedad contemporánea. Las mujeres están expuestas a factores exclusivos que aumentan el riesgo de su padecimiento.
Según los Estándares de Atención en Diabetes (Guía 2023), cada tres segundos una persona desarrolla Diabetes Mellitus en el mundo. Aproximadamente 422 millones de individuos sufren esta enfermedad a nivel mundial. Uno de cada once adultos en Europa vive con diabetes. El 29,8% de las mujeres entre 61 y 75 años padece diabetes y esta cifra asciende a 41,3% después de los 75 años.
¿Qué es la Diabetes Mellitus?
La Diabetes Mellitus es una enfermedad crónica causada por un déficit en la secreción y/o acción de la hormona insulina, con la consiguiente elevación de las cifras de glucemia en sangre (hiperglucemia). Esto ocurre en las células del páncreas, órgano glandular situado en la cavidad abdominal.
La denominación mellitus proviene del latín “de miel”, y hace referencia a las características de la orina del paciente con diabetes, sobre todo relacionado con el sabor y olor. No fue hasta 1679 que Tomas Willis hizo una descripción de la enfermedad. Al realizar esta comparación, la Diabetes Mellitus adoptó su nombre definitivo.
Existen cuatro tipos de diabetes:
- Tipo 1, que es la que se presenta en edades tempranas de la vida y se debe a un déficit en la secreción de insulina.
- Tipo 2, más frecuente en la etapa adulta y producida por un trastorno en la acción de la insulina.
- La Diabetes gestacional y la secundaria a otras enfermedades.
- La Diabetes insípida, que se caracteriza por un déficit de secreción de hormona antidiurética por el hipotálamo y que no se debe a un defecto en la producción de insulina, ni modifica los niveles de glucemia en sangre.
¿Cómo se presenta la enfermedad?
La Diabetes Mellitus es la enfermedad endocrina más frecuente y una de las principales causas de mortalidad en la sociedad contemporánea. Su verdadera prevalencia es difícil de estimar pues tiene un carácter silente. Por esta razón, aproximadamente el 50% de los individuos con Diabetes Mellitus, sobre todo tipo 2, la que predomina en las mujeres, no son diagnosticados. En torno al 20% de los que sí se diagnostican, tienen complicaciones al momento de su diagnóstico, cifra se incrementa en el sexo femenino después de los 60 años.
La Diabetes Mellitus puede pasar inadvertida mucho tiempo, meses, incluso años, esto significa que en ocasiones su diagnóstico constituye un hallazgo de laboratorio. No obstante hay síntomas que pueden orientarnos hacia su aparición:
- sequedad de piel y boca,
- saliva espesa,
- incremento en la ingesta de agua,
- incremento de la frecuencia de las micciones, sobre todo nocturnas,
- aumento del apetito,
- predisposición a la aparición de infecciones en piel, retardo en la cicatrización de heridas,
- pérdida de peso llamativa y de causa inexplicable o, en el otro extremo, sobrepeso y obesidad
- pérdida de la sensibilidad al calor y al dolor de las partes más distales de las extremidades.
El rostro femenino de la Diabetes Mellitus
Después de los 45 años, la pérdida del efecto protector de los estrógenos endógenos en la mujer, es un factor de riesgo para el padecimiento de la diabetes tipo 2. Si la mujer, además, tiene cualquier grado de sobrepeso u obesidad, el riesgo se duplica.
En cuanto a los síntomas, llama especial atención en el sexo femenino la aparición de infecciones urinarias y ginecológicas, especialmente las micóticas-levaduriformes, del género de la cándida albicans, conocida como moniliasis. Esta infección vaginal se hace más frecuente y, junto a las infecciones bacterianas por vaginosis, constituyen motivo de consulta reiterado. Las infecciones del tracto urinario, por su parte, se manifiestan a través de síntomas como prurito o picazón vulvar y vaginal, dolor al orinar, flujo vaginal y dolor durante las relaciones sexuales.
Estas infecciones, unido al daño en las fibras nerviosas del suelo pélvico, pueden provocar la disminución de la sensación en el área vaginal y repercutir en el deseo sexual (libido) de la mujer.
Factores de riesgo exclusivos en las mujeres
Por otra parte, las mujeres enfrentan factores de riesgo específicos. Padecer de sobrepeso u obesidad, tener antecedentes familiares de primera línea de Diabetes Mellitus (padre/madre, hermano), realizar actividad física menos de tres veces por semana y padecer de hipertensión, enfermedad cardíaca o cerebrovascular podrían ser factores generales. Pero otros factores como:
- La pérdida del efecto protector de los estrógenos endógenos a partir de los 45 años
- Haber tenido hijos con un peso al nacer superior a 9 libras
- Tener historia de diabetes gestacional
- Padecer de ovario poliquístico
son factores que, al ser específicos del sexo femenino, aumentan el riesgo del padecimiento de esta enfermedad en las mujeres, en comparación con el riesgo que tendrían los hombres.
Otro de los riesgos relacionados con la Diabetes Mellitus que sólo afecta a las mujeres, está relacionado con el uso de las tabletas anticonceptivas. Como sabemos, estas tabletas han sido producidas, a lo largo de la historia, para el uso femenino, aunque se habla de algunos estudios en los que se está trabajando para la creación de pastillas anticonceptivas no hormonales para los hombres. Lo cierto es que las mujeres, al tomar estas hormonas, están expuestas a sus efectos secundarios, y uno de ellos es que incrementa la resistencia a la insulina y las cifras de glucemia.
¿Es seguro mi embarazo si padezco de Diabetes Mellitus?
A las mujeres que sufren de diabetes les preocupa la seguridad del embarazo. Durante el embarazo, la glucosa se transporta a través de la placenta hacia el feto, pues ellos también requieren de ese sustrato energético. En el caso de que los niveles de glucemia materna sean excesivamente elevados, las nuevas criaturas corren el riesgo de sufrir malformaciones, macrosomía o nacimiento pretérmino. Sin embargo, si hay un adecuado control metabólico antes y durante el embarazo, la gestación es completamente segura.
Existe un tipo de diabetes que aparece en las mujeres embarazadas en ausencia de diagnóstico previo de diabetes tipo 1, tipo 2 o secundaria y se denomina Diabetes gestacional. La Diabetes gestacional y se presenta en el 9,2% de todos los embarazos, tiene mayor frecuencia en el último trimestre de la gestación y desaparece después del parto. Sin embargo, como hemos visto, las mujeres que la han padecido tienen un riesgo incrementado de desarrollar Diabetes Mellitus tipo 2 en el futuro.
Pilares imprescindibles para una vida con diabetes
Independientemente de si eres mujer u hombre, existen 4 pilares para el tratamiento de la Diabetes Mellitus. Controlando los niveles de glucosa en sangre se previenen las complicaciones de la enfermedad, y para ello es fundamental la implementación de:
- Programas de educación sobre temas relacionados con la diabetes.
- Dietoterapia y alimentación saludable con una frecuencia de seis comidas diarias racionadas. En ellas debe incrementarse el consumo de vegetales y frutos secos, alimentos de bajo contenido calórico, ricos en ácidos grasos polinsaturados de la serie omega 3 y 6, y aceites de origen vegetal como el de oliva, soya o canola.
- Ejercicios físicos durante 30-40 minutos, al menos tres veces por semana.
- Tratamiento medicamentoso, que incluye los llamados antidiabéticos orales y el tratamiento con insulinas. Es importante acotar que la insulina no es tóxica. Es un producto humano que se obtiene por tecnología recombinante y es útil su prescripción cuando aunque se hayan modificado las condiciones higiénico dietéticas o se hayan suministrado antidiabéticos orales, no se consiguen valores normales de glucemia.
Apuntes finales
Teniendo en cuenta que hay diferencias en los factores de riesgo y en la manifestación de la enfermedad entre hombres y mujeres, estos pilares deberían ampliarse y especializarse más. Es importante ahondar en investigaciones que permitan conocer qué otras acciones específicas podrían minimizar los riesgos y aumentar los cuidados en las mujeres respecto a la Diabetes Mellitus. Así como promover luego estas acciones.
De momento, se sabe que la implementación deterapias o remedios alternativos que incluyen el consumo de suplementos con cromo, magnesio, vitamina B6 y vitaminoterapia en general, pueden ayudar a las mujeres en su padecimiento. Aunque, es importante consultar al médico antes de iniciar cualquier tratamiento nuevo, incluso si es natural, pues podrían interferir en los tratamientos o medicamentos que ya se hubieran prescrito.
No es demasiado tarde para empezar. Mientras la ciencia avanza, y se miran desde una perspectiva de género las enfermedades, tú puedes controlar tu peso corporal, hacer más actividad física, alimentarte de manera saludable, cumplir con las indicaciones de tu médico, y chequearte regularmente.
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