Santa Teresa de Jesús, intelectual y religiosa

Doctora Honoris Causa de la Universidad de Salamanca (1922) y Doctora de la Iglesia (1970), Santa Teresa es la primera mujer en obtener estos títulos.

Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada fue una santa española nacida en la provincia de Ávila un 28 de marzo de 1515. Esta mujer, conocida también como Santa Teresa de Jesús, fue una intelectual y religiosa de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo que, junto a San Juan de la Cruz, es considerada uno de los máximos exponentes de la mística experimental cristiana. Además, es considerada una de las más importantes escritoras españolas de todos los tiempos.

Desde pequeña mostró gran interés por la vida de los santos y le asombraba su capacidad de sacrificio para nunca renegar de su fe. Su padre, hombre ilustrado, se encargó de que todos sus hijos disfrutaran también del placer de la lectura y el conocimiento. Esta crianza dejó una importante huella en la vida de Teresa.

Siendo ya miembro de la orden de las carmelitas, Santa Teresa de Jesús, en compañía de otras hermanas, decidió fundar un nuevo convento que conservase las reglas originales de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo: la austeridad, la pobreza y la clausura. Así nació, luego de muchos obstáculos y resistencias, el Convento de San José en Ávila. Esta fue su primera reforma a la Orden, a la que sucedieron muchas fundaciones de nuevos conventos y transformaciones de la vida espiritual de toda la orden.

Varias décadas después de su muerte fue canonizada. Siglos más tarde, en 1922, fue nombrada doctora Honoris Causa de la Universidad de Salamanca, y en 1970, el Papa Pablo VI la nombró Doctora de la Iglesia, siendo la primera mujer en obtener estos títulos. Actualmente figura como la patrona de España y de toda Europa.

Durante los días que sucedieron a su beatificación se realizaron grandes celebraciones en toda España donde figuras del calibre de Luis de Góngora, Lope de Vega y Miguel de Cervantes le ofrendaron sus obras y alabanzas.

Las representaciones de su vida no se limitaron a la pluma de estos grandes escritores, sino que ilustres artistas plásticos como Alonso del Arco y José de Ribera inmortalizaron a Santa Teresa en sus pinturas. La más famosa de estas representaciones, sin embargo, es la hermosa y controversial escultura de Gian Lorenzo Bernini, el Éxtasis de Santa Teresa.