Comunicado conjunto de los observatorios de la revista feminista Alas Tensas, la Red Femenina de Cuba y Yo Sí Te Creo en Cuba

Hay desprotección en Cuba y no se previenen los feminicidios, que siguen siendo un problema tabú y altamente instrumentalizando por intereses políticos y económicos.

El femicidio/feminicidio representa la forma más extrema de violencia contra las mujeres y es la manifestación más visible de un fenómeno de violencia y brutalidad generalizadas y sistemáticas, aceptadas culturalmente, arraigadas en siglos de discriminación y desigualdad entre hombres y mujeres. Especificamos que también lo sufre las mujeres trans (aunque se específica con el término de transfeminicidio) y las personas leídas como mujeres.

Para los casos masivos, sobre todo en zonas de conflicto bélico o en narcoestados, se propone el término de femigenocidio, de la antropóloga Rita Segato.

Por eso, para determinar cuáles asesinatos de mujeres son feminicidios, se requiere de observatorios y comisiones especializadas, ya sean estatales, de la sociedad civil o conjuntas, que analicen cada caso. Nada de esto existe hoy en Cuba, salvo los observatorios articulados por la sociedad civil que llegan a los pocos casos que trascienden a la opinión pública. Y resulta inconcebible que no exista al menos la cifra oficial anual de las mujeres que mueren a manos de sus parejas y exparejas.

Se reporta revictimización por parte de instituciones del Estado como la policía. Tampoco contamos con Tribunales especializados en Género ni, como mínimo, se ha pautado una fecha para tener una ley integral contra la violencia de género.

El Estado cubano ahora mismo carece de refugios y sistemas integrales de apoyo a las mujeres víctimas, tampoco se aplican medidas cautelares a agresores antes del juicio. No está reconocido como crimen específico en el Código Penal vigente, aunque esperemos que esa deuda se salde en su reforma para 2022.

Por ello, hay desprotección en Cuba y no se previenen los feminicidios, que siguen siendo un problema tabú y altamente instrumentalizando por intereses políticos y económicos. Cuando las feministas pedimos un sistema integral de atención a mujeres víctimas, sabemos que estamos reclamando un cambio profundo pero también una erogación monetaria del Estado y eso siempre va a tener resistencias.

La violencia feminicida tiene un impacto en hijes, familiares y la comunidad, como lo demuestran los feminicidios asociados que contabilizamos, asesinatos por salir en defensa de la víctima y los asesinatos por motivos de género. Suelen ocurrir frente a hijes, que resultan heridos y hasta asesinados, y cuando sobreviven terminan traumados de por vida y sin los apoyos económicos y de cuidados requeridos.
Ponemos como ejemplos a continuación, algunos casos documentados de víctimas que denunciaron a sus agresores en la policía, sin recibir la protección adecuada pues se carece de las garantías elementales:

—26 de diciembre de 2017: Misleydis González García, 47 años de edad, fue apuñalada en la ciudad de Ciego de Ávila, frente a su propio hogar.
—18 de octubre de 2019. Edenia, de 32 años, fue apuñalada por la espalda por su expareja, a quien había denunciado por violencia física. Incluso se reportan agresiones a otras parejas anteriores. Los hechos sucedieron en Palmira, Cienfuegos.
—31 de diciembre de 2019. Marienny Rodríguez, 32 años, fue asesinada por su expareja, en un descampado en Jarahueca, Sancti Spíritus. El agresor tenía antecedentes de maltrato contra Marienny y además había estado preso por problemas de violencia.
—17 de mayo de 2019. Yarianna Betancourt Chacón o Yarianna Chacón Betancourt, económica de la Empresa de Conservas ubicada en la carretera del Caney. Fue víctima de feminicidio a los 33 años, a manos de su expareja. Ella lo había denunciado en dos ocasiones por amenazas en la policía, pero lo detuvieron solo algunas horas.
—11 de marzo de 2020: Ana Mirella Fortes, de 29 años y ultimada por su pareja. El victimario tenía antecedentes de violencia machista: maltrataba a Mirella y por esa causa ella lo había denunciado y se habían separado de agosto a diciembre de 2019.
—3 de marzo de 2021: Yenislais Lara Hernández, 27 años, murió a manos de su expareja, en la comunidad periurbana del Wajay, municipio Boyeros, en La Habana. El victimario tenía antecedentes de violencia machista y Yenislais y su madre, Violeta Hérnandez, lo habían denunciado a la policía en varias ocasiones pero sin efecto.
—1ro de abril de 2021: Martha Morejón Noda, era licenciada en Registros Médicos y Jefa del departamento de estadística del Bloque Materno del Hospital Abel Santamaría, en la ciudad de Pinar del Río. Fue asesinada por su expareja. Se reportan antecedentes de violencia machista, peleas domésticas y denuncias en años anteriores por parte de Martha a la policía.

Reiteramos la urgencia de implementar acciones ya, para evitar la muerte innecesaria de más cubanas.

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