La novela de horror gótico Carmilla cuenta la relación íntima entre dos mujeres ilustrando una sexualidad femenina adelantada a su época.
Fuera / Dentro: "...Retando al viento / el chubasco silencia / la danza de hojas. / El manto de la / superficie del lago / desaparece...".
El techo de plomo: "No es causal el grito que nada protege, / la herida recurrente es la misma, / mientras la niña tan blanca y tan remota / va pisando el mismo mapa...".
La reja: "El dolor no te deja escapar y la reja / se interpone entre tú y los demás. / No sé si podrás alcanzar la libertad....".
Las mujeres contorsionistas que aparecen en las pinturas del ecuatoriano Cristóbal González nos hablan de una vida sin responsabilidades, en ocio perpetuo.
Un grito en la noche: "...El frío de la madrugada petrifica el cuerpo sobre el desagüe, / un agente de turno lo voltea...".
Historia de tres mujeres en tensión, tres mundos, tres épocas, y un tejido social metamórfico que no se despoja de su condición de tragedia.
El Grand Cru: "una sombra descompuesta se hunde en la pared, / con ella arrastra otra sombra, como un títere la levanta...".