La FMC reconoce el incremento de la violencia de género, pero se niega a hablar de feminicidios

Un reporte del periódico provincial Girón alerta sobre el incremento de los feminicidios en Matanzas.

La secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Teresa Amarelle Boué, denunció este martes en una conferencia de prensa el incremento de la violencia de género y los “femicidios” en el país, según un reporte del periódico estatal Granma.

Llamó la atención de las palabras de Teresa Amarelle Boué, quien también es miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, que al igual los medios de prensa del estado cubano y otros funcionarios del Gobierno se niega a utilizar el término feminicidio, mientras lo sustituyen por “femicidio” o “asesinatos por violencia de género”.

En el mismo encuentro la vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, Yamila Peña Ferrer, dijo que no se puede afirmar que haya más casos de violencia de género, aunque reconoció que se han incrementado las denuncias en ese sentido.

Para la funcionaria el aumento de las denuncias no está dado por el aumento de la violencia de género, aunque los observatorios independientes hayan verificado más del doble de feminicidios este año que el pasado 2022, (específicamente 78 casos hasta el 24 de noviembre), sino a que las mujeres se sienten más respaldadas para denunciar a sus agresores.

Sin embargo, ninguna de las dos funcionarias hizo mención a la Ley Integral contra la Violencia de Género, un reclamo de las feministas cubanas cuya aprobación la Asamblea Nacional del Poder Popular pospuso para el año 2028.

La prensa oficial alerta sobre incremento de crímenes machistas en Matanzas

Mientras tanto, un reporte del periódico provincial Girón alertó sobre el incremento de la violencia de género en Matanzas y reveló cifras de asesinatos de mujeres superiores a las cifras de feminicidios registradas en dicha localidad por los observatorios independientes en 2022, pero al rechazar la terminología “feminicidio” y no ofrecer más detalles, no se conoce por el momento si estos crímenes tuvieron como motivo el género de las víctimas.

De acuerdo con el reporte del medio de prensa, en 2022 fueron siete las mujeres víctimas de asesinatos en la provincia, con edades que oscilaron entre 22 y 56 años y hasta junio de 2023 han contabilizado la misma cifra con edades entre 20 y 57 años.

En el pasado año 2022 el Observatorio de Género de Alas Tensas (OGAT) y YoSíTeCreo en Cuba contabilizaron cinco feminicidios en Matanzas, y en lo que va de 2023 han contabilizado nueve casos.

El reporte periodístico mencionó el papel de las redes sociales en la divulgación de estos casos, sobre lo que la feminista cubana Yanelys Núñez, coordinadora del OGAT, consideró que “han ayudado, en la lucha contra la violencia de género en Cuba, a poner sobre la mesa una discusión que estaba velada, que no se tenía”.

“Ahí se visibilizan muchos temas propios de este fenómeno, qué sucede con las víctimas de violencia de género, cuáles son aquellos espacios de ayuda que existen, qué hacen o qué no hacen las autoridades para prevenirla. Las redes sociales también han contribuido a que los observatorios independientes reciban alertas y hagan su trabajo”, agregó Núñez.

El Gobierno cubano silencia a los observatorios independientes

Sin embargo, la feminista cubana hizo notar el silenciamiento del trabajo de los observatorios independientes en los reportes de la prensa oficial, sobre lo cual dijo que “en las redes sociales se ven más denuncias también por el trabajo de los observatorios que han dicho que es importante compartir estas alertas, estos testimonios y feminicidios de forma pública”.

“En el caso de los observatorios, por otro lado, las redes han servido para acceder a estadísticas y a casos que de otra manera habrían sido muy difícil de conseguir. Los observatorios también tienen otras dinámicas internas pues sistematizan, trabajan en la prevención, hacen análisis estadístico, proponen, comunican buenas prácticas, y por supuesto, observan qué pasa en el contexto”, añadió.

Para Núñez la intención del artículo, “donde se habla de redes sociales en lugar de hablar de los observatorios independientes, constituye una manera de deslegitimar su trabajo, de invisibilizarlo, aun cuando saben que son las principales plataformas para visibilizar lo que ha pasado en Cuba en materia de feminicidios”.

“La FMC y las instituciones del estado no estaban mirando a ese fenómeno, pero lo que pasa es que reconocer a los observatorios como actores legítimos presupone que ellos mismos reconozcan su irresponsabilidad para con la protección de los derechos de las mujeres, los convenios y las leyes que ellos firman. Por eso hablan de redes sociales y no del trabajo de los observatorios”, finalizó.