Kaneko Misuzu: su corta vida estuvo marcada en la intensa pasión por la escritura

Su poesía refleja la belleza de la naturaleza y la vida cotidiana como un referente de la literatura infantil.

Teru Kaneko, conocida como Kaneko Misuzu, llamada por algunos “la estrella fugaz de la poesía japonesa”, nace en Nagato Yamaguchi, Japón, en un pueblo de pescadores (1903). Las escenas relacionadas con la pesca y el mar, usualmente aparecen nombradas en sus poemas. La moda de escribir dōyō, poesía y rimas infantiles que podían ser disfrutadas tanto por niños como por adultos, suele datarse con la publicación de Akai tori (Pájaro rojo), una revista infantil de 1918. Detrás de esta revista había todo un movimiento intelectual, cuya finalidad era llevar a los niños creaciones de alto valor artístico.

Su poesía refleja la belleza de la naturaleza

Misuzu, que consiguió publicar unos 90 poemas en estas revistas, la mayoría de ellos en Dōwa, era ya un referente para los jóvenes. La poeta, en una ocasión irrumpió en medio de una escena en el auge del movimiento, y produjo numerosos versos que le valieron los elogios del poeta Saijō Yaso. Su vida, aunque breve, estuvo marcada por una intensa pasión por la escritura. Su poesía refleja la belleza de la naturaleza y la simplicidad de la vida cotidiana. A pesar de enfrentar desafíos personales, como un matrimonio arreglado y la pérdida de la custodia de su hija, Misuzu encontró en la poesía una vía de escape y una forma de expresar sus emociones más profundas.

En una carta enviada a un editor poco antes de su muerte escribió: “Las alas de mi imaginación, que tan alto volaban han sido cortadas” […] “Mi única felicidad es jugar con mi hija y abrir libros”. Sus poemas se han convertido en parte entrañables de la cultura japonesa. Falleció en 1930 con solo 26 años.