Poesía española | Dos poemas de Rosalía de Castro

Menospreciada en vida, Rosalía de Castro reivindicó el gallego como lengua literaria, defendió los derechos de la mujer y fue una precursora del modernismo español.

Recuerda

Recuerda el trinar del ave
y el chasquido de los besos;
los rumores de la selva,
cuando en ella gime el viento,
y del mar las tempestades,
y la bronca voz del trueno;
todo halla un eco en las cuerdas
del arpa que pulsa el genio.

Pero aquel sordo latido
del corazón que está enfermo
de muerte, y que de amor muere
y que resuena en el pecho
como en bordón que se rompe
dentro de un sepulcro hueco,
es tan triste y melancólico,
tan horrible y tan supremo,
que jamás el genio pudo
repetirlo con sus ecos.

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Dicen que no hablan

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros.
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
de mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos,
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la eterna primavera de la vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

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Menospreciada y marginada en vida, Rosalía de Castro fue luego reconocida como una precursora del modernismo español por autores como Azorín, Unamuno y Juan Ramón Jiménez, quienes contribuyeron a la difusión de su obra. Con títulos como Cantares galegos (1864) y Follas novas (1880), Rosalía reivindicó el idioma gallego como lengua literaria. Sus posiciones en defensa de los derechos de las mujeres y contra el machismo imperante en su época han hecho de ella también un símbolo del feminismo en España.

Acompañan estos poemas de Rosalía de Castro dos obras de la artista española María Antonia Dans Boado. Nacida en la aldea brigantina Oza dos Ríos, en 1922, Dans estudió en el taller de la pintora Lolita Díaz Baliño, y luego, en Madrid, en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Su estilo neoexpresionista, muy arraigado a los temas de la vida rural de Galicia, a menudo se confunde con el naif por la simplificación radical de las formas y el color. Dans fue una de las artistas gallegas más reconocidas de su generación y una crítica serena pero firme de los prejuicios que desdeñaban el derecho y el talento de las mujeres.