"La huella que deja la creación literaria de Dulce María Loynaz entre las nuevas generaciones sobrepasa los límites de la tradición cubana, crece, y se imprime de manera notable en el panorama hispanoamericano, como uno de los misterios más auténticos que han aportado las letras de la isla."
La poesía de Dulce María Loynaz trasciende las modas estéticas para expresar lo esencial y duradero en la experiencia humana y femenina.
El cronista Jesús Arencibia se apropia de escenas de la vida de su madre y otras madres cubanas para construir una historia poliédrica sobre el devenir de la Revolución “macha”.
"¿Por qué razón, en vez de glamourizar el exceso de altruismo asociado a la maternidad de mujeres cis, no se invierte tiempo en practicar modos diferentes de estar presentes y co-participando en el trabajo de cuidado de niñas/os?".
La novela "Jardín" de Dulce María Loynaz se ha convertido en un mito de la modernidad; 70 años después de ver la luz, mantiene la vocación simbolista y universal que animó a su autora.
¿Cómo intenta aplicar una madre cubana el concepto japonés Ikigai, que define la razón de vivir, lo que hace que la vida valga la pena?
Libia, Elizabeth y Teresa, tres madres cubanas de La Güinera. que el estallido social del 11 de Julio les cambió la vida.
Amelia Calzadilla: "¡A Cuba pónganle corazón pero también cerebro para que funcione!"
“Ya mi hijo comprende la palabra patria, sabe que patria son sus abuelos, sus primos y sus amigos”.