Demarcación | "Las tres hermanas"

La añoranza, las emociones polarizadas y el cuestionamiento constante sobre el sentido de la vida, mueven a los personajes de “Las tres hermanas”, una obra de Chéjov.

Las tres hermanas es una obra del dramaturgo, cuentista, y médico ruso Antón Pávlovich Chéjov. 

Encuadrado en las corrientes literarias del realismo y el naturalismo, este autor es considerado un maestro del relato corto, y uno de los más importantes autores del género en la historia de la literatura. 

La obra recrea el día a día de tres hermanas que junto a su único hermano varón, intentan regresar a Moscú. 

Es en ese lugar donde, junto a sus padres, vivieron una infancia plena y feliz. 

Tras la muerte de su madre y por razones de trabajo de su padre se trasladaron a las afueras. Allí permanecieron once largos años.  

Pero pasado ya un año de la desaparición física de su amado padre, deciden que es el mejor momento para regresar. Ya habían soportado demasiada añoranza por sus vidas pasadas. 

Es en Andrey, su tan admirado y querido hermano, en quien las tres hermanas depositan sus mayores esperanzas.

El tema que más convoca a los personajes de la obra es el relativo al sentido de la vida. 

Las acciones, pensamientos, emociones y decisiones de los personajes se encuentran constantemente atravesado por una misma pregunta: ¿Cuál es el sentido de la vida que se lleva día a día hasta la muerte? 

La obra evidencia el intento de varios de los personajes principales por responder esa pregunta. 

Lo que generalmente los conduce a ese cuestionamiento es un sentimiento de insatisfacción respecto de sus propias vidas. 

Viendo aplastados sus sueños, las hermanas se esfuerzan al final de la obra por pensar que en algún momento les será dado un sentido:

 “Llegará el día en que todos comprenderán por qué sucede esto, para qué son estos sufrimientos”. 

Lo que se expresa con este parlamento es una esperanza de saber, a la vez que una incertidumbre constante y desesperada. 

Emociones polarizadas

Todos los personajes de la obra parecen vivenciar sus emociones de un modo polarizado, moviéndose de la esperanza a la frustración sin prácticamente pasar por estadios intermedios. 

El mejor ejemplo es el deseo de los hermanos Prósorov de emigrar a Moscú. La dicotomía va desde una honda esperanza cuando vislumbran posible realizar ese viaje, y la más profunda frustración cuando aparecen los obstáculos que les impiden cumplir su anhelo. 

Un tema que va estrechamente ligado a este, es el de la juventud y la vejez. Los personajes más jóvenes de la obra son en los que más hace carne la esperanza. Al menos al comienzo de la obra. 

Por otra parte, en los personajes de mayor edad vemos como la vejez se presenta como amenaza: 

“He quedado atrás, como un pájaro migratorio que de viejo no puede seguir volando”. 

Pero de todos modos la vejez aparece más ligada a una sensación de frustración que a una cuestión estrictamente física. 

Incluso vemos cómo a lo largo de la obra, en los jóvenes, el trabajo sacrificado y sin ningún aliciente despedaza día a día sus fuerzas vitales y sus esperanzas de futuro, y cualquier malestar parece arrancarles una porción de juventud. 

La cotidianidad mediocre, inmersa en una ciudad sin vida, de la que no se sienten parte, anula todos sus sueños.

Demarcación es un ejercicio audiovisual para ejercitar la memoria, donde revisito textos teatrales que me permiten profundizar, reflexionar y vivenciar historias que han develado a lo largo de los siglos, la compleja relación del hombre consigo mismo y por consiguiente su papel controversial.  Será un acercamiento íntimo a la poética de la literatura teatral, seleccionando fragmentos de interés personal, con especial énfasis en las palabras y lo que ellas nos hacen sentir, lo que pueden provocar y modificar en nuestra conducta.