“Si no nos mencionan, no existimos»: activistas presentan informe sobre lesbofobia en Cuba

El informe fue presentado este 26 de abril, Día de la Visibilidad Lésbica, por las activistas María Matienzo, Yennys Hernández, Annery Rivera, Lisy Romero y Zuleika Rivera.

El informe: “Si no nos mencionan, no existimos: la lesbofobia en Cuba» fue presentado en el día de ayer, de forma online, por las activistas y periodistas María Matienzo, Yennys Hernández, Annery Rivera, Lisy Romero y Zuleika Rivera.

Esta es una iniciativa de The International Institute on Race, Equality and Human Rights junto a Museo V, donde se da cuenta de la invisibilización de las mujeres lesbianas en la Isla.

«Todavía hay violencia sobre las mujeres lesbianas, no aparecemos en ninguna estadística de feminicidio ni de violencia de género. No aparecemos mencionadas de forma específica en ninguna de las propuestas que se hacen para una Ley integral [contra la violencia basada en género]. No aparecemos ni siquiera en las anécdotas de las mujeres víctimas de violencia que se publican en redes sociales», ha compartido María Matienzo, responsable del informe.

El informe, además de «rescatar la memoria histórica lesbiana de Cuba», comparte algunos de los estereotipos más arraigados en la sociedad sobre las mujeres lesbianas y también aporta varios datos obtenidos a través de encuestas que se realizaron tanto dentro (78%) como fuera de la isla (21%).

Datos sobre lesbofobia en Cuba

Según la activista María Matienzo, el análisis estadístico arrojó que el 69,1% de las mujeres encuestadas han sufrido episodios de lesbofobia. El 83,6% ha vivido discriminación en espacios de salud y el 87% ha sido víctima de acoso sexual.

Sobre las características de la muestra seleccionada, según la propia Matienzo un 61% provenía de La Habana y en sentido general, el 96,4% vivía en zonas urbanas. Sobre este punto se explicó que el acceso a Internet (vía por que se hizo la encuesta) es costoso y bastante precario en Cuba, especialmente en zonas rurales, y además que las prioridades, la apatía y los intereses personales, influyen en la participación de la ciudadanía en iniciativas de la sociedad civil como ésta.

Otro dato llamativo fue que el 70% de las mujeres encuestadas se identificaba como blancas; el 25,5% como mujeres mestizas o racializadas y solo el 3,6% como mujeres negras o afrodescendientes.

El 60% de las consultadas considera que los temas relacionados con las mujeres lesbianas queda fuera de la agenda de las instituciones gubernamentales, de los grupos o discursos feministas, y de los espacios de la sociedad civil.

Derechos y reivindicaciones

Durante la presentación también se habló sobre derechos reproductivos y de la cisheteronormatividad presente en el nuevo Código de las Familias de Cuba.

«En el caso particular de las mujeres lesbianas o sáficas, diría en primer lugar que fueron excluidas del programa que durante muchísimo tiempo se llamó ‘Programa de Atención a la pareja infértil’ con los criterios de fertilidad que tienen que ver con una pareja heteronormativa, y aunque no se decía heterosexual la pareja (que aspiraba a ser atendida dentro de este programa) tenía que demostrar una relación de dos años mínimo, y haber intentando tener hijos al menos durante un año. Esto excluía incluso a personas solas que querían tener descendencia», explica Yennys Hernández.

Con la aprobación del nuevo Código de las Familias, Yennys refiere que las omisiones se mantuvieron aunque el código pudiese verse como muy avanzado. «No se usa el término de ‘persona gestante’ por ejemplo, y las personas trans masculinas y no binarias están totalmente excluidas».

Otros temas abordados en la presentación fueron el ‘sexilio’, la discriminación al interior de las propias familias y la violencia extrema que presupone esas interseccionalidades de ser mujer negra lesbiana en un entorno rural de Cuba.

La presentación del informe se celebró el Día Internacional de la Visibilidad Lésbica, por lo que las activistas aprovecharon también para compartir sus deseos en favor de las lesbianas. Lisy Romero habló de un hogar en contraposición a la lesbofobia existente y Annery Rivera reivindicó el derecho «a vivir con dignidad, que es lo mínimo a lo que se puede aspirar».