Tres cubanas perseguidas por el régimen debido a sus ideas políticas

Brenda Díaz, Aniette González y Sulmira Martínez han visto sus derechos violados en procesos judiciales arbitrarios por expresar sus opiniones contra el gobierno.

Las cubanas Brenda Díaz, Aniette González y Sulmira Martínez han visto sus derechos violados en procesos judiciales arbitrarios por expresar, de forma pacífica, sus opiniones críticas contra el régimen cubano. Actualmente las tres se encuentran encarceladas.

Brenda Díaz

En el caso de Brenda Díaz, la única mujer transexual cubana encarcelada por participar en las protestas del 11 de julio, fue juzgada este mes de abril en un nuevo proceso por desacato, luego de sufrir una golpiza en la cárcel por parte de uno de los oficiales.

Tras el juicio, Alas Tensas conversó con Ana María García, madre de Díaz, quien dijo que transcurrió en dos sesiones, “la primera el 14 de abril, pero el guardia que le hizo la denuncia no acudió al juicio, por lo que solo tomaron la declaración de Brenda y su abogado”.

“La otra sesión la hicieron el día 18, ahí se presentó el guardia, a quien al tomarle la declaración en el tribunal no dijo lo mismo que en su primera declaración, cuando hizo la denuncia, por lo que se sobreentiende que estaba mintiendo. El guardia dijo que se le había dado un solo bastonazo a Brenda, cuando en el certificado de lesiones decía que habían existido múltiples golpes”, agregó García.

“El guardia tampoco sabía en el lugar específico donde le había dado los golpes, no sabía decir si había sido en el cubículo, en el comedor, no sabía cómo habían sucedido las cosas. Ahora vamos a iniciar el proceso de apelación, porque Brenda no está de acuerdo con la sanción”, añadió.

La madre de Brenda Díaz, sentenciada a otros siete meses de prisión en el mencionado juicio, dijo también que fue a visitarla el pasado 25 de abril, donde su hija insistió en su desacuerdo con el resultado de la sentencia, y las implicaciones que tiene durante su estancia en prisión, pues pierde los beneficios obtenidos anteriormente por buena conducta.

Brenda fue anteriormente sentenciada a 14 años de prisión por los delitos de “sabotaje” y “desorden público” debido a su participación en las manifestaciones del 11 de julio, a partir de una petición fiscal de 18 años. 

Las autoridades cubanas la mantienen recluida en la sección de hombres de la cárcel de Panamá y la obligaron a cortarse el pelo, a responder a su nombre de nacimiento, entre otras arbitrariedades que ha denunciado.

Sulmira Martínez

Mientras tanto, la joven cubana Sulmira Martínez, encarcelada en un proceso lleno de arbitrariedades debido a sus publicaciones en las redes sociales, se encuentra expuesta a una condena de dos años de prisión por el presunto delito de instigación a delinquir.

El régimen cubano la mantuvo detenida durante 40 días en Villa Marista, el cuartel de la Seguridad del Estado en La Habana, y luego la trasladó al penal de mujeres de El Guatao, donde su madre pudo visitarla a mediados del mes de abril.

Antes de salir de Villa Marista, la Seguridad del Estado obligó a Martínez, de 21 años, a realizar una “confesión” donde dijo seguir indicaciones de otras personas para realizar sus publicaciones, lo cual fue transmitido por la televisión cubana.

Al respecto, su madre comentó en declaraciones al Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) que la “autoinculpación” de su hija tuvo lugar luego de que la Seguridad del Estado le pusiera un papel con todo lo que tenía que decir, con la promesa de que luego de ello sería liberada.

“Fíjense que cuando ponen el video, no sé si todo el mundo se dio cuenta, para que vean que todo es un descaro y una mentira… cuando ella empezó a hablar de que la plataforma… hay una parte que le quitan la cara y le ponen los carteles, como para que siga leyendo, le dé tiempo a leer y después vuelva a seguir hablando… Yo me di cuenta”, afirmó Norma Pérez, madre de Martínez.

Al respecto, la Alianza Cubana por la Inclusión publicó un comunicado documentando las numerosas violaciones al debido proceso que se han dado en el caso de Martínez, así como en el de otros ciudadanos cubanos cuyos interrogatorios han sido filmados y transmitidos por la televisión cubana.

Aniette González

Por otra parte, en la provincia de Camagüey la ciudadana cubana Aniette González podría ser sentenciada a una condena de cinco años de cárcel por publicar fotos envuelta en la bandera cubana en sus redes sociales, respondiendo a una iniciativa del artista y prisionero político Luis Manuel Otero Alcántara, relanzada por el periodista Héctor Valdés Cocho.

La joven cubana se encuentra en prisión preventiva desde finales del mes de marzo, cuando agentes policiales la arrestaron en su vivienda y la trasladaron al cuartel de la Seguridad del Estado en la provincia de Camagüey, donde tras una semana la enviaron al penal para mujeres Kilo 5, en calidad de prisión preventiva por el presunto delito de “Ultraje a los símbolos patrios”.

Recientemente el Observatorio Cubano de Derechos Humanos publicó un comunicado denunciando que González, “es víctima incuestionable de una detención arbitraria que califica como acto ilegal y denunciable”, pues posar con la bandera cubana no constituye delito en la Isla.

Un ejemplo claro de que el régimen utiliza el delito de “Ultraje a los símbolos patrios” de forma selectiva fue el reciente caso del del rapero estadounidense Tekashi 6ix9ine, quien mientras González era detenida en Camagüey, se dejó ver por la provincia de Pinar del Río envuelto en una bandera cubana, ante lo que no hubo pronunciamiento del régimen.

También artistas como Haila María Mompié, partidaria del régimen, ha utilizado la bandera como prenda de vestir sin recibir amonestación alguna.

Parecido sucedió con la artista Laura Pausini, quien publicó una fotografía en su cuenta de Instagram vestida con la bandera cubana a propósito de su primer concierto en la Isla, invitada por el dúo Gente de Zona. En esa oportunidad, el dúo causó polémica al saludar en medio de la actuación a Miguel Díaz-Canel, quien se encontraba en el público.

No obstante, otros como el propio Luis Manuel Otero Alcántara han sido condenados por hacer exactamente lo mismo.