"...el cuerpo poco a poco se disipa, /
desgastado, habla, /
y la palabra es una rama febril /
que no encuentra su árbol".
Grito evaporado: "....Pesa una oscura soledad en el mundo, / peste que nos vences entre el pavor, / y cautivos en encierros / miramos cristales de plasma...".
"La miseria estuvo siempre,/ agazapada debajo de los ojos,/ debajo de las pieles de mis coterráneos,/ en la muesca de mis compañeras del 89..."
"El inmigrante puede ser reo de la displicencia,/ la apatía,/ puede sobrevivir en una casa closet,/ un garaje oficina...".
La autora lee “Esa mujer que pasa”, poema de su libro “Espigas de silencio”, incluido en la antología “Más allá del miedo es mi casa” “Mujeres poetas contra la violencia”, ambos libros por (Ed. Deslinde, Madrid, 2021).
"Era hermosa la noche y, plateaba / sobre el índico azul de aquel ensueño / y mi cuerpo, tan dúctil y abrileño...".
"Los locos se han desnudado, / se exhiben, se ríen, / espejos burlones / delante del mundo. / Gritan: Tú también".
Soy Eva, resurjo en el mar epopéyico del malecón habanero. ¡Qué jodida me tiene La Habana con tantas raíces de mierda!
Madre de un poeta célebre, Delfín Prats, famosa ella también en su barrio. Recuerdo a Doña Gladys [existía ese glamour].