María Cabrales, una cubana que dejó huella en la historia

Mujer de extrema inteligencia, María Cabrales compartió con Maceo las tentativas rebeldes, las persecuciones, el peligro de la manigua y el destierro sin flaquear por un instante.

Poco se conoce sobre María Cabrales en Cuba además de su matrimonio con Antonio Maceo. Y aunque es cierto que la vida de las mujeres de aquella época se encontraba definida por los logros de sus esposos, María Cabrales, como la propia Mariana, dejó por sí misma una huella en la historia. Esta extraordinaria mujer cubana nación el 20 de marzo de 1842.

Su carácter y heroico patriotismo iban parejos a los de su esposo. Nunca se le escuchó quejarse de la dureza de la guerra, ni de lo que suponía para una madre y esposa vivir en un ambiente tan hostil, donde la muerte del esposo o la captura y enfermedad de los hijos estaban al acecho.

Mujer de extrema inteligencia, compartió con Maceo las tentativas rebeldes, las persecuciones, el peligro de la manigua y el destierro sin flaquear por un instante. Vivió la Guerra de los Diez Años, los Mangos de Baraguá, la Guerra Chiquita y la Guerra Necesaria.

Durante su exilio fundó el Club de Mujeres Cubanas de Costa Rica y ayudó en la recolección de fondos para la guerra. Al regresar a Cuba, participó en la Campaña de Oriente a Occidente, donde se llegó a decir que los españoles perseguían a Maceo por las huellas de sus zapatos, pues siempre lo acompañaba en cada proeza.

Luego de la muerte de Maceo, se retiró a vivir a Santiago de Cuba, en la Finca San Agustín, donde murió a los 63 años, el 28 de julio de 1905.